Las tiendas no saben que el aceite ha bajado

Un litro se compra en una fábrica jiennense a 2,06 euros a granel, pero luego se vende a 3,90 en supermercados

25 may 2018 / 08:25 H.

Puede que un lector de Diario JAÉN se quede extrañado cuando acude a comprar aceite de oliva en el supermercado. Quizá haya leído con interés, en los últimos días, noticias sobre la crisis de precios de la grasa de la aceituna, pero cuando compara el recibo de la compra con el de semanas atrás ve que el aceite de oliva cuesta lo mismo que antes. Sin embargo, tiene una explicación: las tiendas y seguro que muchos clientes todavía no saben que el aceite de oliva ha bajado considerablemente.

Un establecimiento de distribución y venta alimentaria de la capital tenía ayer el virgen extra a 4,30 euros —en envases de un litro—, pese a que las cooperativas y almazaras lo ponen en el mercado a granel a 2,61, por lo que existe una diferencia de 1,69 euros. Pero, no ocurre solo en el zumo de mayor calidad. El virgen se vende a los consumidores a 3,99 euros, pese a que las fábricas de la provincia lo comercializan en cisternas a 2,23 —cuesta 1,76 euros más—. Por último, el aceite de oliva —la calidad más vendida— se paga a 3,90, pese a que el Indicador de Precios en Origen de la Fundación del Olivar (Poolred) indica que el valor medio de las operaciones se sitúa en un preocupante 2,06 euros por kilo. Aquí la diferencia entre origen y venta final es de 1,84 euros.

Quizá lo más fácil es pensar que se trata de una maniobra especulativa para obtener una notable plusvalía a costa del sudor de los agricultores, aunque la explicación es algo más compleja.

las partidas. Los grandes envasadores y distribuidores del mercado hicieron una estrategia de cobertura ante el temor de que la falta de precipitaciones generara una escalada de los precios. Por eso, almacenaron más zumo de aceituna que nunca. No hay que olvidar que el Ministerio de Agricultura, a través de la Agencia de Información y Control de Mercados, indicaba que contaban con alrededor de 200.000 toneladas almacenadas. En cambio, la bajada del precio del aceite de oliva en origen les ha cogido con mucho producto guardado y casi todo lo compraron por encima de los 3 euros.

Ahora, debido a las precipitaciones y, sobre todo, a una crisis de precios basada en la pérdida de confianza existe una devaluación constante del zumo de la aceituna. En cambio, los grandes envasadores y distribuidores obtendrían pérdidas millonarias si se adaptarán —de un plumazo— a la situación actual de mercado. Por eso, en las tiendas todavía no se nota la devaluación que preocupa —y mucho— a los productores.

En cambio, esto hace que se genere una situación algo contradictoria. Precisamente, el precio del aceite de oliva está a la baja porque existe mucho aceite de oliva almacenado y una paralización del mercado y, encima, la devaluación que hacen los productores jiennenses no se refleja en el mercado.

Asimismo, si la caída de la cotización estuviera ya en las tiendas y en los supermercados, podría generar un repunte en las compras —el aceite vale menos y los españoles comprarían más—, lo que podría tirar de la demanda y, a la vez, de los precios. En cambio, ni una cosa ni la otra se producirán, al menos por el momento, porque el precio se mantiene en la tienda.