Limpieza y cata arqueológica en el solar del antiguo Simago

Proyecto para intervenir en uno de los terrenos más codiciados de la ciudad

09 oct 2018 / 12:32 H.

Doce años largos lleva sin uso el suelo del número 5 de la calle San Clemente, abandonado desde que el 28 de febrero de 2006, el supermercado Champion, que heredó las instalaciones de Simago, echó el cierre. Un año después, la tienda estaba demolida. Tras un anterior proyecto frustrado para recuperar el terreno, con la construcción de pisos y locales comerciales, la idea revive, tras el cambio de manos de la propiedad. Hay pasos administrativos en firme, como la modificación puntual de Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico que afecta a esta zona, aprobado por el Ayuntamiento, y también se ve movimiento que indica que las obras están próximas. Ayer, una máquina excavadora se dedicaba a tareas de limpieza del terreno. El estruendo de la pala al tocar el suelo hacía que muchos viandantes se detuvieran para tratar de adivinar lo que ocurría tras el muro blanco que impide la visión desde San Clemente. Para despejar dudas, solo había que avanzar un poco, por la perpendicular calle Berberiscos, donde se observaba sin problema evolución de los trabajos. Fuentes del Gobierno local confirman la concesión del permiso para la realización de catas arqueológicas en la finca, aunque todavía no se haya excavado.

“Nos hemos sorprendido esta mañana al ver la máquina, dijeron que no comenzarían los trabajos hasta comienzos de año”, apuntaba un comerciante, con el local justo al lado. “Ya era hora de que hicieran algo, es una pena este basurero en la mejor zona de la ciudad”, juzgaba un ciudadano, tras escuchar al pequeño empresario.

El objetivo de los promotores de esta operación urbanística, que por el momento tiene todos los parabienes municipales, es acometer una profunda transformación a San Clemente y sus alrededores. Por un lado, en lo que fue la gran superficie comercial se contemplan, de nuevo, viviendas y tiendas. Pero la clave es lo que se quiere hacer bajo tierra. El problema que tuvo el anterior plan era la imposibilidad de construir dos plazas de aparcamiento subterráneo. Aunque la Justicia dio la razón al promotor, Serrano Gámez, este grupo finalmente desistió. Desde noviembre de 2017, esta parte del casco urbano está dentro de la manzana peatonal impulsada por el equipo de Gobierno, con lo que esta idea sigue con el Ayuntamiento enfrente, aunque la Alcaldía haya cambiado de manos. La solución es, al menos, en apariencia, sencilla, se conecta el aparcamiento de la Plaza de la Constitución con el del número 5 de San Clemente, pero todo bajo tierra. Para hacerlo, a grandes rasgos, se ampliará el parking actual, en dirección al desaparecido Simago. De paso, se cambia la entrada al estacionamiento actual, para acceder por Roldán y Marín, con lo que se amplía la zona destinada para los viandantes.