Llamada desesperada de una madre al quedarse sin luz

A María Donaire se le vino el mundo encima cuando llegó, el pasado jueves, a su casa después de dejar a sus niños en el colegio. El frigorífico no mantenía la comida, las luces no se encendían, la radio no ambientaba el hogar y, lo más grave, su hija pequeña, de 17 meses, no tenía un punto de calor pues, por mucho que le diera al conector, la estufa no funcionaba. Entonces, fue cuando la joven madre se dio cuenta de que comenzaba una nueva y dura batalla. “Tenía la luz enganchada, desde hace unos tres años, porque no tengo autorización para poner un contador, ya que vivo en un piso de protección oficial de la Junta, pero en una situación que no está regularizada”, explica. Y es que María Donaire y su marido, Rafael Ordóñez, ya conocen las dificultades de sacar adelante a una familia bajo un techo, con los impedimentos de la escasez de ingresos y los pagos del día a día. “Cobro solo 200 euros”, dice la jiennense.

Como toda madre que protege y quiere lo mejor para sus retoños, a María se le forma un nudo en la garganta cuando recuerda la situación de su hija pequeña. Una preciosa niña rubia de ojos azules que sufre broncolitis y bronconeumonía y que necesita, especialmente en estos días de frío invierno, calor para prevenir mayores complicaciones. “El problema es que, al bajarle las defensas, se queda más floja y lo pilla todo, por eso, con el frío, no puede estar así”, explica la progenitora, con angustia. El estado de la pequeña es tan delicado, que cuenta con un parte médico en el que el profesional indica que la bebé tiene que estar en un lugar con temperaturas cálidas. Otro de los inconvenientes que tiene que afrontar María Donaire en esta etapa de tinieblas es la ausencia —al menos, durante estos primeros días— de Rafael Ordóñez, su marido, que se encuentra en Francia trabajando.

Sin embargo, Donaire no se dio por vencida, por lo que, desde que le cortaron la luz, se puso en contacto con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Jaén. “Lo único que quiero es que me pongan un contador. No me niego a pagar mis recibos. Solo quiero un contador y que pueda estar legal con todo el mundo”, solicita la madre, quien sufre al ver que sus hijos más mayores también sufren con lo que están viviendo. De momento, para poder “apañarse” hasta que logre solucionar su situación, María Donaire cuenta con la solidaridad de una vecina que le ha pasado una alargadera para que pueda enchufar la nevera, —“si no tengo que tirar la comida”— y los aparatos más necesarios.

Ayer, en un acto de apoyo y de reivindicación, miembros de la PAH se concentraron en el Paseo de la Estación, con velas, para exigir al Ayuntamiento que se adhiera a la Proposición de Ley Andaluza contra la Pobreza Energética. Asimismo, arroparon a María Donaire e hicieron un llamamiento al Gobierno local: “Exigimos al Ayuntamiento de Jaén, a los Servicios Sociales y a la empresa suministradora que le dé luz a esta familia. Y para que luego no digan que no tenían conocimiento, lo hacemos público y les hacemos responsables, si ocurre cualquier desgracia en esa vivienda”, manifestó la portavoz de la plataforma, Ana Cárdenas, en referencia al trágico fallecimiento de una mujer en Reus por el incendio de su casa, debido a una vela con la que se vio obligada a alumbrase, ya que le cortaron la luz.

De esta forma, Cárdenas indica que si existiera la ley que hay en Barcelona, Asuntos Sociales tendría que haber avisado a Endesa del estado de vulnerabilidad de la familia de Donaire y la compañía no podría haberle cortado la luz.