Los garantes de la defensa

En una velada especial organizada para celebrar el Día de la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio, el Colegio de Abogados distinguió a tres instituciones por la defensa de este ejercicio. Igualmente, la entidad leyó el manifiesto del Consejo General de la Abogacía Española. Así, el colectivo profesional reconoció al Ayuntamiento por la dedicación de una calle a los abogados de turno de oficio. En representación del Gobierno local, recogió el diploma el alcalde, Javier Márquez. De hecho, el nombre de la vía fue acordado en un pleno y se encuentra cerca de la Ciudad de la Justicia.

El otro protagonista de la tarde fue la Oficina Provincial de Intermediación Hipotecaria, que gestiona la Diputación Provincial en colaboración del Colegio de Abogados. “Esta al lado de estas personas desfavorecidas por los desahucios. Intentaremos seguir con nuestra colaboración”, indicó el decano del Colegio, Vicente Oya Amate. En este caso, fue la vicepresidenta de la Administración provincial, Pilar Parra, quien subió a recoger la distinción.

Por último, los abogados reconocieron la labor de la Comisión de Justicia gratuita, dependiente de la Junta de Andalucía. Oya destacó el trabajo “callado y no reconocido, pero fundamental” de los profesionales. “Sin ellos, este servicio sería imposible”, abundó. La delegada del Gobierno, Ana Cobo, recogió el diploma.

Vicente Oya aprovechó el encuentro para lanzar un mensaje reivindicativo. “Todavía quedan muchas cosas por hacer. No hay otra forma de que seamos los abogados los que estemos ahí defendiendo esa labor”, remarcó. Igualmente, Oya instó, como representante del colectivo, a los poderes públicos, mayor implicación, “si cabe”, para poder reformar y adecuar la importante labor que se desarrolla a través de su institución. “La justicia social ha de ser considerada, según considera la Abogacía, como una cuestión de estado, en la que todas las administraciones públicas deben apostar para dotarla de los medios necesarios y potenciarla, porque con ello se garantiza y se dignifica”, manifestó el decano. En este sentido, Vicente Oya insistió: “El abogado de turno de oficio es nuestro mejor aval de lo que es parte de la Abogacía, por lo que ha de ser vocacional y también lo suficientemente reconocido”.

Por su parte, Julián del Moral, diputado de turno de oficio, destacó que lo más ingrato que tiene el abogado de turno de oficio es lo más ingrato que se puede encontrar en la sociedad. “Al final es el reflejo de lo que podemos ver en el día a día en un despacho. Es verdad que es muy ingrato que se haga un trabajo que no está bien remunerado y que no se pague a tiempo, que por parte de la Justicia no se reconozca ese trabajo o la falta de medios en los procedimientos, pero, todo esto al final se suple con la buena disposición y el buen trabajo por parte de estos abogados que lo que pretenden es hacer valer el derecho del ciudadano”, explicó Del Moral.