Malestar por los niveles de cloro en Las Fuentezuelas

No sabemos si le están echando más o menos cloro. Pero lo que está claro es que los niños tienen que salir antes, desde el pasado día 10, porque no aguantan”. Así de molesto se mostró Antonio Quirós, padre de dos niños de 15 y 11 años que forman parte del Club de Natación Jaén, y que en la piscina de Las Fuentezuelas trabajan en la especialización de su técnica de natación.

Un deporte que se practica en las instalaciones, que resulta muy exigente desde el punto de vista pulmonar. De hecho, el apuntar a los pequeños para que practicaran la natación fue por prescripción médica, puesto que a consecuencia de una crisis de asma fue una de las recomendaciones que les hicieron: “Ahora, al nadar con tanto cloro y toser, el asma se le puede hacer más crónico todavía, así que se podría decir que la enfermedad puede empeorar por una negligencia. De hecho, ayer —por el sábado— tenía a los dos chi- quillos malos”, indicó.

La tos, junto con los ojos rojos, diarrea y dolor de cabeza, son algunos de los síntomas comunes que sufren, indica Quirós, los niños que con asiduidad asisten a las instalaciones. “No sabemos si estos síntomas tienen algo que ver o no con el cloro. Pero lo que sí es cierto es que son frecuentes entre los niños que vienen aquí”, argumentó.

Eso sin olvidar la parte competitiva, puesto que el hecho de salir antes en los diferentes entrenamientos hace que los pequeños no estén igual de preparados para disputar torneos como el celebrado el sábado. Un malestar que, apunta, se deja sentir también entre otros integrantes del colectivo: “La misma queja la tenemos todos los padres que traemos a nuestros niños a natación, que no es puntual. De hecho, a nivel de club el presidente y el director de los técnicos intentaron pedirle explicaciones al concejal, pero sin éxito”, indicó. Por desgracia, recuerda que no es la primera vez que se da este tipo de situaciones, y de hecho advierte de que los problemas con la dosificación del cloro debido al deficiente funcionamiento de los sistemas de depuración del agua parecen ser recurrentes.

A ello se suma el mal estado en el que se encuentran el resto de instalaciones. Así, denuncia que los servicios están abandonados en cuanto a la limpieza: “Viendo la situación en la que están, con pelos y papeles, no descartaría que próximamente tengamos hongos”. La esperanza está puesta, aun así, en que en breve se adapten los niveles de cloro.