Más cuentakilómetros trucados y una campaña para frenar la picaresca
Auditorías en los concesionarios para evitar los fraudes
El Grupo de Investigación y Análisis de la Guardia Civil de Tráfico de la Comandancia de Jaén constata un incremento en la manipulación de los cuentakilómetros de vehículos que van a salir a la venta. Estos casos se dan tanto en turismos, como en motocicletas, transportes comerciales e industriales y de todas las marcas y modelos, desde un utilitario a un coche de alta gama. Fuentes del Cuerpo explican que, normalmente, los odómetros que se trucan son los que reflejan que el auto tiene ya más de 200.000 kilómetros. En manos de “expertos” en este tipo de engaño, pueden desaparecer, de golpe más de la mitad de la distancia recorrida o, si se trata de una treta muy descarada por el estado general del vehículo, en torno a un tercio. De esta forma, se ofrecen modelos con 80.000 o 150.000 kilómetros, un producto “rejuvenecido” y, por lo tanto, mucho más caro para el comprador. Estos guardias civiles llegaron a detectar que se había conseguido vender un modelo con 450.000 kilómetros, gracias a esta estratagema.
En todos los casos se trata de un delito de estafa que sufren los compradores y, como explica el portavoz de la Benemérita, no es normal que sean vehículos que salen de concesionarios oficiales, sino que son adquiridos en negocios de compra y venta o, directamente, sin que sea necesario un establecimiento, al emplearse internet y otro tipo de contactos. Aquellos que se encargan de “maquillar” los cuentakilómetros no son normalmente detenidos, aunque sí se les imputan hechos delictivos. Los que suelen ser arrestados con los que cierran la operación, al ser los autores de la estafa.
La Benemérita, ante esta situación, pone en marcha una campaña especial, en la que colabora con la Dirección General de Tráfico y las inspecciones técnicas de vehículos, la red de ITV, de la Junta. Francisco Pastrana, de la Federación de Empresarios del Metal, que integra la asociación de concesionarios, descarta que este tipo de prácticas se den entre sus asociaciones y deja claro los distribuidores oficiales se someten a auditorias internas que evitan cualquier “anomalía”.
Los investigadores de la Guardia Civil, además de por sus propias campañas, cada vez reciben más avisos de compradores que tienen sospechas de ser víctima de esta práctica fraudulenta. El cliente, antes de adquirir un vehículo, debe comparar los kilómetros que marca en el momento que se lo muestran con los que constan en el registro general de la Dirección General de Tráfico. Para ello, puede solicitar en la jefatura provincial una nota simple, donde, si se hace constar la matrícula, se informa de los kilómetros del coche que le interesa y si consta algún otro aviso. El trámite, eso sí, cuesta 8,5 euros en concepto de tasas. Para aquellos modelos que todavía no han pasado la inspección técnica, normalmente en los turismos antes de los 4 años de antigüedad, no hay una base de datos para comparar. Para ello, se puede recurrir a pedir al vendedor antes de la adquisición, una relación pormenorizada de las inspecciones que ha pasado en la casa comercial de la marca, en las que consta todo lo relativo a la “vida” del vehículo. La Federación de Empresarios del Metal, que integra a la asociación de concesionarios, deja claro su máximo interés en combatir este tipo de irregularidades y se pone a disposición de las autoridades para colaborar, en la medida de sus posibilidades, contra aquellos vendedores que estafen a los clientes.
Precaución. Es muy útil solicitar al vendedor un contrato en el que consten los kilómetros con los que se entrega y sin que haya cláusulas que lo eximan de responsabilidad ante un fraude.
problema. Si se da la circunstancia de que, por ignorancia, se compra un coche con el número de bastidor manipulado, la ITV lo detectará, lo que impedirá que el vehículo pase la inspección y se informe al juzgado.
reacción. Ante cualquier tipo de engaño, la Guardia Civil recomienda presentar rápidamente una denuncia ante las autoridades para, de esta forma, investigar un posible delito de estafa.
cuatro años. Es más complicado detectar un fraude en los coches que no hayan pasado la ITV, por lo que se recomienda solicitar los registros de las revisiones en el taller.
ocasión. Este tipo de engaños suelen estar asociados a las operaciones con vehículos de segunda mano y, en especial, a los que se ofrecen como gangas.