Mejora en el rendimiento y la autoestima desde el ejercicio

La UJA demuestra los beneficios del apoyo parental a la actividad física de los adolescentes

02 ago 2017 / 10:51 H.

El apoyo parental hacia la práctica sistemática de actividad física de los hijos adolescentes influye positivamente en la autoestima y el rendimiento académico de los jóvenes. Esa es la conclusión alcanzada por investigadores del grupo Actividad Física Aplicada a la Educación y la Salud (Afaes) de la Universidad de Jaén.

El proyecto en cuestión analiza la actividad física en adolescentes y su contexto familiar a través de un estudio transversal y un programa de intervención en padres e hijos de dos años. El foco del proyecto fueron adolescentes de entre 12 y 18 años de diferentes centros de Educación Secundaria de la provincia y sus progenitores. “Se trata de una edad de riesgo, ya que a menudo los padres relajan la atención sobre la actividad física de los hijos cuando es un periodo clave, ya que es cuando se incrementan las actitudes sedentarias de los jóvenes”, explica Emilio José Martínez, director del grupo de investigación.

En ese sentido, se realizó la implementación de dos programas de actividad física extraescolar, que consistían en realizar al menos una hora al día de actividad física fuera del aula a una intensidad entre moderada y vigorosa. La propuesta de actividades diarias era libre y autoadministrada por los participantes, aunque su idoneidad debía ser supervisada por padres y profesores de Educación Física. El tiempo utilizado en la práctica, calorías consumidas y frecuencia cardiaca media y máxima se registraban diariamente a través de un pulsómetro. En otros casos, la propuesta de actividad física también era libre y el dispositivo de control era un podómetro que contabilizaba el número de pasos diario.

“El problema para los profesores de Educación Física es que actualmente solo disponen de dos horas lectivas a las semana. Sin embargo, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que para que un joven sea considerado activo, debe hacer al menos una hora al día de actividad física de moderada a vigorosa durante cinco días a la semana. Por ello, para aumentar la adherencia a estos programas, se recomendó que la práctica de ejercicio físico se realizara de forma grupal, con amigos o familiares”, afirmó Martínez.

Los resultados obtenidos muestran que el apoyo parental instrumental —tanto en el ánimo para que el hijo practique actividad física como en el dinero invertido o en el acompañamiento a las instalaciones deportivas— que reciben los jóvenes es el que más se relacionó con una mayor frecuencia semanal de práctica de actividad física y diversión. Asimismo, revela que los adolescentes que reciben mayor apoyo y los de padres más activos físicamente tienen un mejor rendimiento académico en asignaturas troncales.