“Milagro” en el calor de agosto

Son, con todo el derecho del mundo, una nueva familia numerosa. Una buena noticia en esta provincia que, como el resto de España, cada vez está más vieja, en la que hacen falta niños para el relevo generacional. Y es que, de golpe, Isabel del Salto Cañada y Sergio Rubio Lebrón pasan, de ser dos, a cinco. “Había pensado con mi pareja que íbamos a buscar un niño y me quedé embarazada”, explica la nueva mamá.

Un día, relata, estaba en el trabajo y comenzó a tener molestias. Por precaución, decidió acudir a la consulta de Ginecología. “Vi que mi marido y el médico se quedaron mucho tiempo mirando el ordenador. Yo les pregunté que si ocurría algo y Sergio, de broma, dijo: ‘Eso es que vienen dos en lugar de uno’. Se hizo un silencio y, entonces, el ginecólogo, afirmó: “Dos no, vienen tres’. Nos quedamos muy sorprendidos”, relata, todavía emocionada y algo incrédula Isabel del Salto Cañada. Esta buena nueva les viene sin esperarlo, porque, como deja claro, no ha sido por fecundación artificial, una técnica que sí da pie a este tipo de partos múltiples. “Son dos niñas y un niños, trillizos, pero que no se parecen nada. Cada uno de ellos tiene su propia placenta y su bolsa”, apostilla la mujer que no oculta su alegría porque todo haya salido bien, aunque haya tenido que parir a las 33 semanas y cuatro días, exactamente, para evitar complicaciones. Las criaturas, tras la cesárea, nacieron estupendamente y todos rondaron los dos kilos de peso. Eso sí, por el momento, tienen que estar en la incubadora hasta que reciban el alta sanitaria y puedan llegar a su nuevo hogar. Allí conocerán a la hija mayor de Isabel del Salto, de 16 años, fruto de una relación anterior.

En cuanto al periodo de gestación, reconoce que fue un poco difícil, porque desde los dos mes tiene que guardar reposo, al ser su embarazo de riesgo claro. “Engordé 15 kilos, aunque, la verdad, es que luego los he perdido todos”, apunta.

Aunque ha recuperado la línea, su vida tendrá muchos cambios a partir del nacimiento de sus tres hijos. “Nos hemos tenidos que mudar, yo vivía en el centro, en un piso de dos habitaciones, y, claro, ya no cabemos”, argumenta, tranquila, eso sí, satisfecha porque sabe que tendrá el respaldo de la familia, en especial, de su padre, que confiesa que está loco de contento con el nacimiento de los trillizos. Isabel del Salto Cañada, medio en broma, medio en serio, explica que, para aquel que quiera hacerle regalos, que no le dé juguetes ni el resto de cosas que necesitan los chiquillos. “Tengo de todo, lo que necesito son pañales, la leche, en fin, cosas para el consumo de todos los días”, dice entre risas. Esta jiennense, junto al padre de los trillizos, confía en que, lo antes posible, puedan todos instalarse en su nuevo hogar, una vez que pase el tiempo de hospitalización que es preciso para garantizar la salud de los tres pequeños.

La llegada al mundo de estos niños, eso sí, ha causado una gran sorpresa a los profesionales y al resto de pacientes que se encontraban en el Hospital Materno Infantil de Jaén cuando llegaron al mundo las criaturas.