¿Para qué sirven las diputaciones?

El duelo político y competencial en el que ha derivado la necesidad de construir un Palacio de Deportes en Jaén y la petición del Ayuntamiento a la Diputación de que sufrague el 25% reabre un debate tan cíclico como la actividad económica: la utilidad de las administraciones provinciales. El “portazo” de Francisco Reyes a la posibilidad de que la entidad que preside financie, directamente, la construcción de esta infraestructura en Jaén, un núcleo de población con más de 20.000 habitantes, ha sido recibido en el equipo de Gobierno local como una “incoherencia” y una “discriminación”.

En una comparecencia ante los medios, el edil de Deportes, José María Álvarez, destacó que la Administración provincial sí ha realizado inversiones en Jaén y en otros municipios de más de 20.000 habitantes. Parafraseando al portavoz municipal del PSOE, Manuel Fernández Palomino, señaló que, “en los últimos 4 años, ha invertido en la capital, vía PIE, más de 24 millones”. Y citó “ejemplos”, como la adecuación del vial que discurre entre Vilches y Linares para llegar hasta el Giribaile, con “medio millón de euros”, o la rehabilitación del Hospital de Santiago, con 125.000.

Pero fue la portavoz del equipo de Gobierno local quien abrió la caja de los truenos. Reyes Chamorro pidió a la Diputación “que recapacite”. Admitió que la atención a los municipios de menos de 20.000 habitantes “tiene que ser una prioridad”, pero consideró que no debe ser excluyente para trabajar con los que tienen más de esta cantidad. No obstante, amenazó: “Si eso es así, vamos a pedirle al Gobierno que la parte que nos corresponde a los municipios de más de 20.000 habitantes por la PIE nos la dé directamente a los ayuntamientos”. ¿Cómo va a hacerlo? “No sabemos, pero si la Diputación dice que no tiene que atendernos a nosotros, vamos a buscarnos los medios para que lo que es de los vecinos de Jaén nos venga”.

Con sus palabras, Chamorro abre un “melón” que el PP, precisamente, no quiere cortar. Aunque la limitó a ayuntamientos de más de 20.000 habitantes, la simple sugerencia pone en tela de juicio la necesidad de que existan las diputaciones, y nutre de argumentos a partidos, como Ciudadanos (C’s), y también a alcaldes —sobre todo, de siglas políticas distintas a las del PP y al PSOE, que son los que se reparten, mayoritariamente, el poder en estas administraciones— para que el Gobierno transfiera el dinero a las entidades locales. Sin intermediarios.

“Creo que es un ejercicio tremendo de irresponsabilidad”, sentenció el presidente de la Diputación. Visiblemente contrariado por una polémica que suma quebraderos de cabeza al tormento que están dando las plataformas por la sanidad pública, Reyes resolvió: “Si alguien no vale para estar al frente de un Ayuntamiento, lo que tiene que hacer es irse a su casa. Los ciudadanos nos ponen para resolver sus problemas, no para echarle culpas a terceros”. Reiteró que, en el resto de capitales de provincia andaluzas, este tipo de infraestructuras deportivas se han ejecutado a través de convenios entre los ayuntamientos y la Junta. Y se explicó que Jaén sea la única capital de la región sin un Palacio de Deportes: “Hay un equipo de Gobierno que a lo único que se dedica es a utilizar el Ayuntamiento y los intereses de los jiennenses contra el PSOE”. Agotada la paciencia, concluyó: “Si no son capaces de gestionar y de arreglar los problemas de esta ciudad, que se vayan y pongan una gestora”.