Pistas sobre el “grafitero” de la Catedral en las redes sociales

La Fiscalía, a la espera de una nueva línea de investigación policial

28 mar 2017 / 11:04 H.

Tres meses hace que el conocido popularmente como Callejón de la Mona, al que se asoma la fachada gótica de la Catedral, apareció con unas pintadas que afearon el templo mayor jiennense, que tiene aspiraciones a convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Mal gesto por parte del autor, que no respetó al monumento, y algo también de falta de cuidado al patrimonio local por parte de los encargados de velar por su conservación. La polémica surgida por este acto vandálico, que se prolongó durante días, está apagada. La investigación, eso sí, no cesa, aunque se antoja complicada. De hecho, el Juzgado de Instrucción número 3 llegó a archivar este caso, una decisión a la que se opuso el Ministerio Público, con un recurso. Y es que la delegada de Patrimonio y Medio Ambiente de la Fiscalía, Isabel Uceda, cree que hay que aguardar a conocer los resultados de una investigación policial en marcha. La Comisaría confirma eso, que se trabaja en localizar al responsable del ataque al templo, pero nada más, hay mutismo absoluto sobre la investigación. Fuentes judiciales explicaron que la esperanza de encontrar al culpable se revivió a raíz de unos indicios que aportan las redes sociales.

Localizar al autor de los grafiti es importante, por simbólico, ya que las pintadas al templo son el ejemplo más llamativo de una situación “generalizada” en la capital, donde más de una pared es objetivo de este tipo de gamberrada. Mientras se investiga la de la Catedral, de hecho, la seo sufrió otro ataque con un espray, aunque no tan llamativo como el de las Navidades de 2016.

La investigación se puso en manos del jefe de la Policía Judicial de la Comisaría Provincial, Francisco Fontecha, “en persona”, como explicaron en su momento fuentes del Cuerpo, y es que la prioridad policial para localizar al autor del “atentado al patrimonio”, una vez que tuvieron denuncia formal de lo ocurrido, es máxima. Hay sospechas de que el responsable de las pintadas en la Catedral tenga relación con otras aparecidas en el cercano Ayuntamiento de Jaén. El grafitero pudo moverse a sus anchas en la calle Valparaíso, donde no hay videovigilancia, aunque este sistema sí está instalado unos metros más arriba, como por ejemplo, al comienzo de la Carrera de Jesús, en la esquina de la sede de la Administración local. Las grabaciones ya fueron revisadas por la Policía Local. Otra de las claves para encontrar a la persona que manchó un símbolo de los jiennenses es determinar si el trazo de sus pintadas se puede comparar con otro; es como analizar la caligrafía de una persona, algo que es único.

Al hilo de las pintadas aparecidas en la fachada de la Catedral, salió a colación el proyecto de instalar cámaras de videovigilancia en el entorno catedralicio. El cabildo llegó a recibir la solicitud municipal para colocar las cámaras en las paredes del templo y se dio el visto bueno a esta iniciativa.

Tras las últimas pintadas, el PSOE de Jaén y los colectivos socioculturales “Iniciativas, andamios para las ideas”, Iuventa y Patmos formalizaron una denuncia para pedir que se investiguen las pintadas, además, llamaron la atención sobre aspectos de mantenimiento, seguridad, conservación de edificios y limpieza muy deficientes. El momento también se aprovechó para recordar pintadas realizadas en otros tres lugares de importancia, como son el edificio del Banco de España, obra de Rafael Moneo, y las fuentes de Los Caños y Las Bernardas, monumento de gran importancia.

La ley prevé hasta 30.000 euros de multa por delitos contra el patrimonio

Fue la fiscal de Medio Ambiente, Isabel Uceda, la que movió ficha para perseguir de oficio los hechos, al considerar que hay indicios de la comisión de un delito de daños contra el patrimonio histórico, castigado con importantes multas —de hasta 30.000 euros— y penas de prisión. De ahí que se reclamará a la Policía Nacional una investigación, lo que permitió a la Comisaría ponerse a trabajar. Aunque llamativo, lo ocurrido en la Catedral no es un hecho aislado, más bien, todo lo contrario; los grafiteros campan a sus anchas por el casco histórico de Jaén. Estos actos vandálicos causan una pésima imagen y generan críticas de sectores como la hostelería y la restauración, que tratan de atraer clientes al reclamo de los monumentos que atesora la capital jiennense. Uno de los objetivos de la Fiscalía es dejar claro que este tipo de comportamientos no puede quedar impune por más tiempo; de ahí que, a raíz de este último ataque al patrimonio, se hayan establecido “contactos al más alto nivel” para buscar al responsable y adoptar soluciones. En este trabajo conjunto participan tanto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como el Obispado, la Junta y el propio Ayuntamiento.