Plantación de marihuana en una casa que no tiene papeles

La Policía ha desmantelado una macroplantación de marihuana ubicada en una vivienda de la calle Las Trochas, una perpendicular a la Carretera de Circunvalación. Los agentes de la Brigada de Estupefacientes han decomisado 715 plantas en una vieja casa, aparentemente abandonada y que había sido habilitada como invernadero. Hay cuatro detenidos, que quedaron ayer por la tarde en libertad con cargos, acusados de delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.

La investigación arrancó hace unos meses cuando vecinos del barrio se quejaron de que sufrían abundantes cortes de luz. Los agentes efectuaron una vigilancia en la zona y comprobaron que, de una de las viviendas, salía un continuo ruido de motores. La información facilitada por la compañía eléctrica hizo el resto: había un excesivo consumo de luz en una casa en la que no había contador.

Quedaba saber quién estaba detrás de la plantación. En un primer momento, los investigadores comprobaron quién era el propietario de la casa en cuestión. Estaba a nombre de una persona ya fallecida, tal y como confirman fuentes judiciales consultadas. Por eso, a los agentes solo les quedaba apostarse de incógnito para ver qué personas accedían a ese domicilio. Con el permiso del juez Miguel Sánchez-Gasca, del Juzgado de Instrucción número 3, la Comisaría mantuvo un discreto dispositivo de vigilancia.

El jueves por la tarde, la operación estalló. Los agentes de paisano que custodiaban la casa vieron llegar a cuatro jóvenes. Nada más abrir la puerta de entrada, se abalanzaron sobre ellos y los detuvieron. Después, procedieron al registro de la casa, que había sido habilitada para albergar los cultivos lejos de las miradas indiscretas. Tenían cerradas todas las ventanas y puertas para evitar que los olores propios de la marihuana llegaran al exterior. Y, allí, “sembraron” su negocio, al que daban toda clase de mimos de avanzada tecnología: La “macroplantación” había crecido al calor de “soles” artificiales, con el vigor que le aportaban los complejos sistemas de riego por goteo y el frescor que le proporcionaban aparatos de aire acondicionado, ventiladores y extractores de última tecnología. Había 715 plantas, lo que supone uno de los mayores alijos en lo que va de temporada en la provincia.

Ayer, los cuatro detenidos pasaron a disposición judicial. Uno de ellos asumió la responsabilidad de los hechos. Explicó que la plantación era suya y que la había cultivado en esa casa que, según dijo, había adquirido hace un tiempo a otra persona, aunque carecía de escrituras de propiedad. “No tengo papeles”, le dijo al juez, literalmente. Los otros tres implicados aseguraron no saber nada de la marihuana. Alegaron que acudieron a la casa para dejar unas herramientas.