Polémica restauración de la Virgen del Mayor Dolor

Críticas por lo que algunos consideran un“grafiti” en la parte posterior

26 mar 2019 / 11:30 H.

Poco más de un mes se prolongó la restauración de la Virgen del Mayor Dolor, de la hermandad de la Clemencia, acometida a cargo del cordobés Sebastián Montes. La dolorosa se presentó en la parroquia de La Magdalena, ataviada por el también cordobés Antonio Villar, que viste a otras 95 imágenes marianas de todo el país, y recibió el aplauso unánime de los integrantes de la cofradía.

Pero, como es bastante habitual en las intervenciones que van más allá de la policromía —ahora de calidad según explican desde la hermandad— o la mejora estructural, puesto que no podía procesionar en el estado en el que se encontraba, en ocasiones se genera la controversia sobre los límites que debe tener el restaurador para evitar que la imagen cambie más allá de las cuestiones que precisa mejorar. Y, en este caso, ha ocurrido, con críticas en las redes sociales a lo que algunos han denominado como un exceso, con un “grafiti” en la imagen con el que, entienden, se mancilla su honor. Incluso, apuntan a que la restauración es un proceso tan importante como para aprobarlo en junta y someterlo en votación entre todos los cofrades. “Pues bien, desde la junta directiva se saltan los protocolos y mandaron la imagen a restauración”, agregan. En este sentido, desde la cofradía defienden que el proceso se realizó conforme a lo establece el derecho canónico y que no se han saltado ninguna norma, al tiempo que destacan el agrado mostrado por los cofrades con la intervención realizada. Sebastián Montes recibió el encargo el pasado mes de febrero, con la aprobación por parte de la comisión artística del Obispado de Jaén, para que la imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor, titular mariana de la Hermandad de la Clemencia, se sometiera al proceso de restauración con el objetivo de recuperar todo su esplendor.

“¡Gracias, mil Gracias! Gracias por las muestras de cariño que me habéis transmitido tantas personas; gracias a la Jaén cofrade, a la hermandad de la Clemencia y, por supuesto, a toda su junta de Gobierno, a la Parroquia de la Magdalena y al máximo responsable de la misma, su párroco; a mi gran amigo Antonio Villar por su trabajo impecable vistiendo a la Señora. Gracias a tantas personas del barrio y costaleras de la Virgen a las que tuve el placer de conocer... Y, por supuesto, gracias a ti, Señora del Mayor Dolor. Yo no te busqué, tú me escogiste a mí...”, explica el restaurador, Sebastián Montes, que recordó que ha sido un mes de duro trabajo y responsabilidad. Por su parte, la cofradía celebrará, desde hoy su Quinario.