Pregón de fe, testimonio y lleno de amor

Francisco Javier Alcántara ofrece un discurso donde deja marcado un puro corazón cofrade y devoto

08 abr 2019 / 08:30 H.

Si reinterpretara las palabras de San Pablo en su primera carta a los Corintios, diría como cofrade: ¡Ay de mí si no pregono bien la Semana Santa! ¡Ay de mí si no lo hago con auténtico cariño! Estas fueron las primeras palabras que Francisco Javier Alcántara esbozó para el pregón de la Semana Santa 2019, y cabe decir, que no hubo falsedad en ninguna de ellas, pues el resultado fue pletórico gracias al esfuerzo y el amor que puso en su discurso. Con la alegría y la dicha de un corazón cofrade como el suyo, Alcántara conquistó al patio de butacas del Teatro Infanta Leonor, que tras finalizar el pregón, se levantó y aplaudió con la misma fuerza con la que este pregonero esgrimió sus palabras.

127 folios. Esta fue la extensión del discurso que Francisco Javier Alcántara, fiel y devoto de la Cofradía de la Amargura, preparó para esta ocasión tan especial en su vida y en la Semana Santa de Jaén. Fue un pregón bastante largo —de casi dos horas— pero ciertamente muchos lo sintieron corto, pues la intensidad y la pasión con las que Alcántara inundó sus palabras absorbieron toda la atención del público hasta el último minuto. En síntesis, su pregón recogió de manera formidable el sentimiento cofrade. En algún momento, también provocó algunas risas cuando, en un cambio de registro, bajó considerablemente la fuerza con la que enunciaba su pregón. Un detalle que no pasó desapercibido y resultó más que simpático para los presentes. Así, entre agradecimientos, evocaciones y un completo repaso por lo más representativo, emblemático y hermoso de las hermandades de la capital, Alcántara culminó con un sentimiento de satisfacción que bien se reflejó en su rostro. Una sonrisa inborrable y un sentido abrazo a su esposa —quien subió al escenario tras el acto— fueron más que una prueba de ello. Para completar esta exaltación de la fe cristiana, entregaron un reconocimiento a Francisco Javier Alcántara por tan bello pregón. Acto seguido, el obispo, Amadeo Rodríguez, le dedicó estas palabras: “Nuestro pregonero ha hecho un acto de fe maravilloso. Ha sido, verdaderamente, un acto de misión, de testimonio y de fe”.