Reconstrucción del camino de los canteros de la Catedral

Dos alumnas y dos docentes del IES El Valle reciben el accésit del “Eustory”

10 dic 2016 / 11:41 H.

María Jiménez Gómez y Sonia Ortiz Hermoso, dos estudiantes de segundo de Bachillerato, se dejaron llevar por su curiosidad y la investigación hasta que lograron un accésit en el concurso de historia para jóvenes Eustory. En una visita a la Catedral de Jaén con su instituto, El Valle, a las jóvenes les llamó la atención la enorme masa de piedra y se cuestionaron cómo llegarían hasta el lugar exacto de la ciudad. “Nos explicaron que venían de una cantera de una pedanía de nuestro pueblo, La Cerradura, y que no la conocíamos. Entonces empezamos a darle vueltas”, cuentan las estudiantes.

Esta idea se quedó en sus cabezas, hasta que conocieron la convocatoria del concurso. “Nos avisó nuestra profesora Paula Morales y como el certamen era sobre patrimonio histórico pensamos que el tema de la Catedral era bueno”, detalla María Jiménez, quien indica que comenzaron con la búsqueda de información y luego juntaron todas las piezas. “El profesor Juan Luis Moreno nos ayudó con los caminos, porque él conoce los de la cantera que investigamos, que se llama El Mercadillo”, apuntan las jóvenes, que en la actualidad estudian segundo de Bachillerato.

Durante el proceso de documentación, las alumnas indican que lo que más les costó fue encontrar el camino original desde la cantera. Mientras que, entre los distintos descubrimientos de su estudio, lo que más les llamó la atención fue entender cómo transportaron las piedras hasta Jaén en aquella época.

Como verdaderas investigadoras, María y Sara presenciaron “in situ” la cantera del Mercadillo. “Cuando llegamos allí nos sorprendió, pues nunca habíamos visto una cantera. De hecho, aún tenía bloques de piedra con la forma pero sin pulir. También nos llamó la atención lo grande que era la montaña”, aseguran.

Por su parte, la profesora que les guió en el estudio, Paula Morales, resalta el valor de la piedra de aquella zona y afirma que aún se utiliza. “Para algún trabajo especial se suele extraer piedra, pues es muy buena para hacer reproducciones históricas. Es muy resistente y, en la fachada, tiene un tono diferente que es como dorado”, detalla. El otro docente que también participó, José Luis Moreno, subraya que consultaron el contrato en el que Vandelvira pidió que la piedra fuera de la cantera del Mercadillo. “Es muy buena porque es caliza pero muy dura y limpia”, detalla. Una calidad de la que se aprovechó gran parte del templo, como la fachada.

Orgullosos de haber recibido el accésit del concurso de ámbito europeo, las alumnas reconocen que el trabajo les permitió conocer mejor su patrimonio, así como saber cómo trabajaban los canteros. “Eso te ayuda mucho más que un libro”, indican. Mientras, los profesores valoran el esfuerzo realizado por las estudiantes, ya que el grueso del trabajo lo realizaron en el mes de julio. Asimismo, agradecen la experiencia, pues les permitió profundizar en diferentes ramas del saber: “Diversificar el conocimiento cuenta con una ventaja pues tienes desde otro punto de vista la misma cosa y, por lo tanto, son aportaciones distintas. Hicimos mucho hincapié y logramos que pensaran cómo se hacía todo antiguamente. Hay que ponerse en la situación que estos hombres solo tenían una yunta de caballo, un carro y cuatro cinceles para la piedra. Además, el camino no tenía asfalto, y no había puentes, pues el Puente Jontoya era un vado”, indica Moreno.