Responsabilidad social como un valor para las empresas
Diálogo de Mercadona, Vialterra, Banco de Alimentos y Comedor de San Roque
La responsabilidad social corporativa es un valor para la propia empresa, más allá de reconocimientos y de posibles ventajas que pudieran conllevar ejercer esta actividad. En realidad, las empresas que la ejercen de manera activa consideran que forma parte del compromiso con el propio entorno con el que operan. Diario JAÉN, en su afán de favorecer el diálogo y la generación de ideas que favorezcan al territorio, organizó un foro en el que se pudieron ver cuatro actores que forman parte de dos eslabones de la cadena determinantes para decenas de proyectos sociales y para apoyar a miles de familias de la provincia.
De un lado, Mercadona y Vialterra, que ejercen responsabilidad social corporativa en el territorio. De otro, el Banco de Alimentos y el Comedor de San Roque, que son claves para aprovechar el ejercicio de la responsabilidad social corporativa de muchas empresas y gestionar eficaz y eficientemente estos recursos. El foro estuvo moderado por las periodistas Pepi Galera y Enara López y contó con la presencia de Laura Cruz, de la División de Relaciones Externas de Mercadona; David Cuenca, director de Desarrollo de Vialterra; Eulalia Jaque, responsable del Comedor Social de San Roque, y Francisco Luque, presidente de la Fundación Banco de Alimentos.
El foro se articuló con una exposición de cada uno de los ponentes y con un diálogo posterior para responder a las preguntas que se planteaban. Laura Cruz, de Mercadona, fue la encargada de abrir el encuentro. Con una exposición ágil y clara, se describió la filosofía de su compañía con ideas con fuerza y encardinadas con las demandas de la sociedad. “Abordamos la responsabilidad social empresarial desde el punto de vista de que tenemos un impacto en más componentes de nuestra sociedad. Sabemos que cubrimos algunas necesidades, pero tenemos que entender otras necesidades de esos componentes. En definitiva, queremos ser una empresa que la sociedad quiere que exista y se sienta orgullosa”, indicó. Además, aseveró: “Trabajamos con 160 comedores sociales y más de 60 bancos de alimentos. Nosotros realizamos la Gran Recogida y Operaciones Kilo con el Banco de Alimentos de Jaén. Además, mantenemos una firme apuesta por la sostenibilidad, como se muestra en la reforma de las tiendas, la de la Carretera de Torrequebradilla es un ejemplo, que reduce en un 40% el consumo energético y mejora el trabajo de nuestro personal. La reflexión es que una empresa no puede vivir solo para obtener un beneficio, sino un compromiso con todos los componentes del entorno en el que opera”.
Por último, Laura Cruz explicó que 313 millones de beneficio se reinvirtieron en prima por objetivos, 1.008 en la reforma de las tiendas y 205 en el pago de impuestos. Los resultados son importantes, pero también es importante la forma de obtenerlos”. El director de Desarrollo de Vialterra, David Cuenca, afirmó: “Nuestro lema es El valor de la actitud. Y esa actitud es implementar esos valores y consideraciones en el día a día de la empresa”. También señaló: “Nuestro compromiso también pasa por plazos en las obras, precio y calidad. También escuchamos a los trabajadores y a los proveedores para conocer sus expectativas. Nuestro compromiso está con Jaén. El 90% de la plantilla son personas de aquí y los proveedores son locales. Tenemos una relación de largo recorrido con ellos y son parte esencial dentro de nuestros proyectos”.
Francisco Luque, además de explicar la importancia del trabajo de la Fundación Banco de Alimentos y de las aportaciones privadas —aparece en la página siguiente—, hizo un repaso por los recursos públicos que reciben: “Nos llegan del Fondo Español de Garantía Agraria unos 600.000 kilos de alimentos, que compartimos con y Cruz Roja. Además, el Fondo Andaluz de Garantía Agraria nos deja frutas y verduras. Los productos frescos son tremendamente importantes”.
Por otro lado, Eulalia Jaque afirmó que los productos que llegan desde las empresas colaboradoras están en perfectas condiciones. “Hay una fecha de caducidad, pero existen empresas que no se acercan tanto a ella. Por eso, nos envían muchos productos. En el caso de Mercadona, vienen en una furgoneta normal y corriente, la misma que llega a cualquier domicilio. Nosotros lo elaboramos o lo congelamos, pero nunca dejamos que salga como llega”, señala. Además, el foro abordó las prioridades a la hora de ejercer la responsabilidad social corporativa y la percepción que tienen los jiennenses a la hora de entender la labor que desarrollan algunos negocios y la implicación que mantienen con el territorio en el que operan diariamente.
“Me remito a una frase de nuestro presidente, Juan Roig: El ser humano necesita comer para vivir, pero no vive solo para comer. Igual le pasa a las empresas, que no solo viven para el beneficio, sino que tienen que entenderse con un ámbito más amplio. Abordamos la responsabilidad social empresarial desde el punto de vista de que tenemos un impacto en más componentes de nuestra sociedad. Sabemos que cubrimos algunas necesidades, pero tenemos que entender otras necesidades de esos componentes. En definitiva, queremos ser una empresa que la sociedad quiere que exista y se sienta orgullosa”, indicó Laura Cruz en el inicio de su intervención en el foro.
Prosiguió detallando los cinco componentes, que son los clientes —a los que llamó el Jefe—, los trabajadores, los proveedores, la sociedad y el capital, antes de explicar con detalle cuál es su papel y la relación que mantiene la empresa.
“Para el cliente es clave mantener la seguridad alimentaria, fomentar el consumo responsable con producto frescos, de proximidad y cada vez más locales; que es lo que nos piden”, indicó. También resaltó la importancia del bienestar de los trabajadores, de la relación con los proveedores y de las acciones con la sociedad para que revierta parte de la actividad de Mercadona.
“En Vialterra vemos la responsabilidad social como el compromiso que mantenemos con consideraciones sociales y ambientales en la toma de decisiones. Luego, rendir cuentas de los resultados en los grupos de interés, como son los empleados, nuestros proveedores o la sociedad, en general”, dice. Además, continúa: “Nos fijamos en los trabajadores para que tengan unos incentivos en el cumplimiento de su trabajo, ponemos en marcha medidas de conciliación, cuidamos a los proveedores que son nuestros aliados y los fidelizamos con unos pagos justos. Son proveedores de largo plazo y muchos de la provincia”.
Asimismo, señala: “Tampoco nos olvidamos de los patrocinios. Apoyamos muchas actividades deportivas porque consideramos que los valores del deporte son extrapolables a la vida empresarial y al trabajo. Se trata de una manera de colaboración con la sociedad. Además, la sana competencia del deporte se puede trasladar a la empresa”.
Por otro lado, destaca la labor en el respeto ambiental: “Somos una empresa constructora y el medio ambiente nos preocupa mucho. Por nuestra actividad, nos ocupamos que la gestión de residuos se haga correctamente. Existe una norma, pero vamos más allá. Eso no es gratis. Se trata de un coste que estamos encantados de asumir”.
Me siento satisfecha de lo que hacemos en los comedores sociales. Podemos subsistir gracias a las donaciones, a grandes empresas y al Banco de Alimentos. Estamos en una época muy alta, de mucho trabajo, pero lo hacemos con alegría. No tenemos empleados, sino voluntarios. Son muchos y muy buenos. Ayudan en lo que pueden dentro de las necesidades. No es solo darle de comer, sino escucharlos cuando tienen un problema”, afirmó Eulalia Jaque. Asimismo, continuó: “Empezamos con lo mínimo, es decir, dando bocadillos. Luego, una sopa. Ahora se da un menú muy bueno. Se reparte todo lo que se tiene y lo que nos llega por la puerta”.
También explicó los detalles del dispositivo: “Tenemos asistencia de comedor y a familias que, por las crisis, acuden a nosotros. No permitimos que entren niños en el comedor, por lo que algunos se llevan la comida para todo el día. Estas familias constituyen unas 150 personas en 30, 40 o 50 hogares, que nos deriva Cáritas. Menos ahora, que hay más actividad, son muchas más atenciones que las que se realizan en el propio comedor. En San Roque le damos de comer a todos los que nos entran por la puerta. A veces, la cola es muy larga. Entran por turnos y comen. Estamos abiertos a hacer más cosas, pero no nos ha llegado el momento”.
“Cuando nació el Banco de Alimentos, eran dos voluntarios con su coche que pasaban por los mercados para coger productos consumibles. Hoy, gestionamos 1.800.000 kilos al año, pero seguimos con el mismo objetivo. En 2012 nos transformamos en fundación. Hay un patronato y voluntarios. Nacimos con dos objetivos, que son los mismos que mantenemos. Por un lado, intentar a ayudar a las entidades beneféicas para que tengan recursos a suficientes y evitar el despilfarro de alimentos que existe. Hay muchos consumibles que se destruye”.
Además, Francisco Luque continuó: “El Banco de Alimentos de Jaén atiende a 181 entidades. Cada una, tiene sus propios beneficiarios, que son unas 20.000 o 21.000 personas. Hay 1.160 lactantes y casi 5.000 familias. Nuestros recursos son gracias a las colaboraciones, como la Gran Recogida. Jaén es una sociedad muy generosa”. Por otro lado, repasó los recursos: “La Gran Recogida trae 160.000 kilos. El 10% de lo que repartimos está ya garantizado. El Banco de Alimentos reparte todo el año porque la gente come todos los días. Tenemos acuerdos con Mercadona y otras grandes superficies. Operación Kilo trae unos 40.000 kilos y Mercadona duplica la cantidad recogida. También son determinantes los recursos públicos”.