San Juan y Virgen de la Capilla se unirán en una gran aceitera

La nueva empresa se llamará Cooperativa Ciudad de Jaén y tendrá mil olivareros

20 jun 2018 / 09:03 H.

Solo queda el último paso. Los olivareros de San Juan han quedado el 4 de julio para darlo. Los de Virgen de la Capilla pretenden hacerlo al día siguiente. Las dos cooperativas de la capital ya han convocado las respectivas asambleas para que los socios ratifiquen la unión de San Juan y Virgen de la Capilla en una gran fábrica de aceite de oliva. Se llamará Cooperativa Ciudad de Jaén y se convertirá en una de las grandes empresas productoras de oro líquido del mundo. Aglutinará a mil olivareros y contará con alrededor de 4 millones de kilos de aceite de oliva por campaña, ya que San Juan moltura unos 8 o 9 millones de kilos de aceituna al año, mientras que Virgen de la Capilla oscila entre los 6,5 y los 7 —son cifras que varían en función de las campañas—.

Los dos presidentes son muy cautos y, sobre todo, respetuosos —no puede ser de otra manera— con la decisión final de sus socios. No obstante, ambos han sondeado antes de dar el paso hacia adelante. José Martínez, presidente de San Juan, indica: “A ver qué dicen nuestros socios. Es algo que aún no tenemos en la mano, pero espero un sí”. Por otro lado, Juan Pereira, presidente de Virgen de la Capilla, señala: “Me para mucha gente en la calle y hasta en los caminos. A ver qué dicen nuestros agricultores el 5 de julio, ya que es una decisión histórica, aunque necesaria tal y conforme evolucionan los mercados”. Juan Pereira es muy cauto. De hecho, durante la última semana de mayo, convocó a los agricultores de la Cooperativa Virgen de la Capilla para explicarles con toda transparencia el proceso de unión y evitar convocar una asamblea para sellar la unión sin pulsar a los socios. En esa reunión le dijeron que fuera hacia adelante porque tendría el respaldo.

El proyecto de fusión. La unión pretende abaratar los costes de molturación de los agricultores e incrementar la dimensión de la empresa para acometer proyectos de comercialización más importantes. Tanto la fábrica del Polígono de Los Olivares —ahora San Juan—, como la del Puente de la Sierra —Virgen de la Capilla— abrirán en la campaña. Serán dos centros de recepción de aceituna, aunque la fusión permitirá que los que eran socios de San Juan y los de Virgen de la Capilla acudan a la que más les interese. No obstante, San Juan abrirá un poco antes y también cerrará después, mientras que Virgen de la Capilla molturará en las semanas álgidas de la campaña de recolección.

Asimismo, el estudio de integración propone que la nueva empresa se denomine Cooperativa Ciudad de Jaén para aprovechar el gran potencial que tiene el nombre de la capital ligado al aceite de oliva. También mantendrá las tres marcas que ahora tienen las dos cooperativas, como son Supremo y Fuente de la Peña —ahora de San Juan— y Puente de la Sierra —Virgen de la Capilla—. La unión pretende gastar menos, ya que solo habría una estructura empresarial y ganar músculo para vender más y mejor, algo que iría vinculado a comercializar más lejos bajo la premisa de que se tiene un producto de excelencia.

“Creemos que se trata de un plan interesante. Reduciríamos muchos gastos en seguros, auditorías y tendríamos más volumen para hacer compras. Queremos gastar menos gracias a la concentración y llegar más lejos”, afirma José Martínez, presidente de San Juan. Por otro lado, Juan Pereira, de la Cooperativa Virgen de la Capilla, añade: “Se trata de un paso determinante para salvar el modelo cooperativo y darle una nueva ilusión. Si no ganamos músculo y reducimos los gastos, el modelo se desgastará poco a poco. El aceite tiene que venderse lejos porque se valora.

San Juan y Virgen de la Capilla se han tanteado en más ocasiones, pero la unión nunca fraguó. En cambio, durante el verano pasado, hubo un acercamiento serio, que acabó de un plan de fusión. Se sondearon a los socios y se decidió detener el proceso y recoger la aceituna. Ahora se ha retomado. Esta vez, salvo sorpresa mayúscula, cuajará.

Sovena y Migasa invierten con fuerza en plantas de molturación

A nadie escapa que los grandes grupos envasadores de aceite de oliva realizan importantes inversiones en almazaras privadas, por lo que las cooperativas son conscientes de que necesitan reducir los costes e incrementar el valor añadido del aceite de oliva para poder competir con estas grandes empresas. Los cooperativistas, al fin y al cabo, son agricultores que pueden llevar su cosecha también a una fábrica industrial donde cobran por kilo de aceituna. De ahí que muchos presidentes saben que tienen que ser competitivos para mantener el modelo cooperativo y que los socios lleven la cosecha y decidan sobre la venta de su aceite.

En la capital existe un caso claro de esta situación. Sovena es uno de los grandes vendedores de aceite de oliva en España. Mantiene una alianza estratégica con Mercadona y es un potente comprador en decenas de fábricas jiennenses. En cambio, Sovena ha hecho una importante inversión en una fábrica de aceite de oliva que está en el Puente Jontoya y que funciona como una almazara que atiende a los cosecheros comprándole su aceituna. Luego, moltura y embotella el producto. En cambio, no es la única. El Grupo Migasa, con marcas tan importantes como Ybarra o La Masía, también ha hecho una importante inversión en una almazara de Los Villares. Asimismo, parece que habrá más, ya que el modelo de que unos embotellan y otros producen, poco a poco, se está diluyendo. Así, las cooperativas ya tienen que tener potencial para producir y vender, ya que los que antes se dedicaban a comprar están cada vez más interesados en producir zumo de aceituna.