“Tenemos muy claro lo que vimos: fue una violación”

Testimonio de los vigilantes que retuvieron al presunto agresor

20 oct 2017 / 10:35 H.

Lo tenemos clarísimo. Lo que vimos fue una violación, una relación por la fuerza y no consentida”. Así lo asegura Jesús Moreno, uno de los vigilantes de seguridad que retuvieron al joven granadino acusado de agredir sexualmente a una estudiante extranjera en el recinto ferial. Sus otros tres compañeros mueven la cabeza en señal de asentimiento. “Se me revuelven las tripas cada vez que me acuerdo. Fue algo terrible”, agrega Jesús Moreno para relatar lo que vivieron en la mañana del pasado domingo. “Nos íbamos a casa después de terminar de trabajar cuando empezamos a escuchar unos gritos de una mujer cada vez más fuertes. Eran como llantos, como alaridos. Pensamos que le estaban pegando a alguien”, explica el vigilante. Matar Ndiayg encendió la linterna de su móvil y se acercó al lugar del que provenían “los sollozos”. “Vimos que el agresor la tenía apoltronada contra la pared, cogida por la cabeza. Ella seguía gritando como si tuviera el demonio dentro”, asegura Jesús Moreno.

Según la versión de estos cuatro vigilantes de seguridad, el presunto autor de los hechos tiró a la mujer al suelo y emprendió la huida a la carrera. “Nos costó muchísimo cogerlo porque intentó escaparse. Estoy seguro de que llevaba algo en el cuerpo que, en ese momento, le hacía ser un superhombre”, relata. Lo retuvieron hasta que llegó la Policía Nacional, que procedió a su detención.

Jesús Moreno explica que lleva 27 años trabajando como guardia de seguridad y que, en el ejercicio de su profesión, ha sorprendido a muchas parejas en situaciones íntimas. “Lo típico es que se tapen, que se sonrojen o, incluso, que pidan perdón. La reacción de este hombre no fue normal. La arrojó al suelo y salió corriendo. Pienso que eso es porque no estaba haciendo algo bueno”, sostiene.

La supuesta víctima, que fue hallada completamente desnuda, dijo a la Policía que no recordaba nada de lo que le había pasado. Tan solo que había conocido al presunto autor esa misma noche, pero que no fue consciente de nada a partir de una determinada hora de la madrugada. Por su parte, Sergio R. M. negó ante la magistrada que mantuviera relaciones sexuales con la estudiante. De hecho, explicó que estaba haciendo sus necesidades en la zona de pinar donde fue sorprendido por los vigilantes de seguridad.

La juez instructora no lo creyó y decidió enviarlo a prisión. Eso fue el lunes a última hora de la mañana. El martes, su señoría tomó declaración a los vigilantes, que explicaron lo mismo que están contando en esta información. También interrogó a la chica, que ratificó lo que ya había dicho en la Comisaría, es decir, que no se acordaba de nada. Entonces, la magistrada decidió poner en libertad a Sergio R. M. “Pienso que la reacción que tuvo la chica es muy normal. Es muy joven, extranjera, está fuera de su país sin nadie... En teoría, debería estar estudiando, pero se ha ido de fiesta. Supongo que son muchos factores que la hacen estar muy asustada y que provocan que solo quiera marcharse de aquí cuanto antes”, explica Jesús Moreno. “Cuando mi compañero Matar se quedó con ella después de que ocurrieran los hechos, lo único que hacía era llorar, llorar y llorar como cuando a una madre se le muere un hijo”, agrega el vigilante de seguridad.

Jesús Moreno, Cristian Heredia, Jesús Vázquez y Matar Ndiayg no se consideran unos héroes. “Creo que cualquier persona que hubiera escuchado esas voces y que hubiera visto lo que presenciamos nosotros hubiera actuado de la misma manera”, concluyen, de forma unánime.

La juez tiene previsto interrogar a una amiga de la supuesta víctima

La magistrada de Instrucción número 4, Carmen Ballesteros, tiene previsto interrogar a una amiga de la joven que, presuntamente, fue violada por Sergio R. M. en la mañana del pasado domingo en el recinto ferial. La juez quiere aclarar determinados aspectos: cómo se conocieron el supuesto autor de los hechos y la chica, cuándo se fueron juntos o si alguno de los dos presentaba signos de embriaguez. El testimonio de esta joven —que también es una estudiante extranjera que está en la UJA con una beca Erasmus— puede arrojar luz sobre un caso que no está nada claro. Con ese testimonio, la investigación estaría prácticamente terminada, tal y como confirman las fuentes consultadas. Tan solo quedaría aportar los resultados definitivos de las pruebas de ADN a las que fue sometido el presunto autor de los hechos, así como de las pruebas de sangre y orina realizadas a la chica y al propio Sergio R. M.

Lo que también hay que dejar claro es que la supuesta víctima aceptó el ofrecimiento de acciones que le hizo la juez como parte perjudicada. De momento, no ejerce la acusación particular. Su declaración fue grabada y quedó como prueba preconstituida para el caso de que decida volver a su país y no pueda acudir a un posible juicio.