“Buscamos que la gente que venga al restaurante a comer se divierta”

21 ene 2019 / 12:03 H.

“Que se valore el trabajo y el esfuerzo siempre supone mucha ilusión y emoción”. Así se expresó Montserrat de la Torre, propietaria junto a Antonio José Cristofani, su marido, del restaurante Cantina de la Estación, ubicado en el municipio jiennense, al conocer que será una de las premiadas en la Gala Jaén Mujer. De la Torre procede de una familia de hosteleros, y, recordó, como no se le daban muy bien los estudios se decidió, junto a Cristofani, que por entonces era su novio, entrar en la primera promoción de la Escuela de Hostelería La Laguna, de Baeza: “Es una etapa que recuerdo con mucho cariño”.

Una vez terminada su formación, realizaron prácticas en el extranjero de manos del proyecto “Leonardo Da Vinci”, y de vuelta a España comenzaron la búsqueda de trabajo que, reconoce, nunca les faltó. “Y, en este sentido, jugó un papel fundamental la Escuela de Hostelería”, reconoció. Antes de “embarcarse” en la Cantina La Estación, trabajaron en varios restaurantes. “Abrir el nuestro propio fue un sueño hecho realidad, y gracias a la labor que realizamos en el día a día, pero también a cómo nos ha acogido la gente, estamos donde estamos”, afirmó De la Torre.

Las instalaciones cuentan con una zona de tapas elaboradas y distintas, y en un principio comenzó con cinco mesas en la parte superior. Con el tiempo, abrieron una segunda parte, que simula un vagón de tren, en homenaje a su municipio, Linares-Baeza, y ampliaron la cocina. En la actualidad, tienen en plantilla a 9 personas. “Lo que queremos es que cuando la gente venga se divierta a la hora de comer”, especificó. Para ello, realizan, por ejemplo, preparaciones de platos en directo. Y en su oferta no puede faltar el aceite de oliva virgen extra: “Úbeda es, en la actualidad, un destino importante para el turismo, y les ofrecemos cuatro variedades diferentes para que lo degusten”, manifestó. Su apuesta por la calidad en cuanto al producto es la base de su cocina, para la que se asientan en la tradición y en la innovación —esta última se deja sentir en los menús degustación, más imaginativos—. Un sitio, así, para perderse.