UGT arrienda su edificio para los cursos de formación

Nació el 26 de octubre de 2006 como un gran edificio destinado a la formación de los trabajadores jiennenses. Las expectativas pasaban por enseñar a unos 3.000 empleados jiennenses al año gracias a su innovador equipamiento. Ponerlo en marcha costó 1,8 millones de euros. Sin embargo, casi once años después, el emblemático edificio, ubicado en el Polígono de Los Olivares, cambia de manos. La UGT Andalucía, que es la propietaria del inmueble, ha alcanzado un acuerdo con una empresa alcalaína dedicada también al sector de la formación. Según confirma el secretario general del sindicato en Jaén, Manuel Salazar, ambas partes han alcanzado un acuerdo para el alquiler del edificio. El contrato también incluye una opción de compra que se puede ejecutar al tercer año y por importe de cerca de 500.000 euros, según las fuentes consultadas. Ayer mismo, operarios de una constructora realizaban labores de reforma en el inmueble con el objetivo de adecuarlo con vistas al próximo curso. Y es que, como explica el propio Salazar, el centro seguirá dedicado a la formación. “La empresa que lo ha alquilado ha conseguido un importante paquete de cursos y necesitaba un lugar donde impartirlos. Sus responsables ya conocían esas instalaciones y sabían que eran idóneas. Por eso, se ha podido formalizar el acuerdo”, explica el secretario general de UGT de Jaén.

El Centro de Formación José María Sánchez Muñoz —el nombre rinde homenaje al secretario general del sindicato en Jaén entre 1976 y 1977, que fue determinante en su reorganización— se concibió como un referente para la enseñanza de calidad. El entonces secretario general, Cándido Méndez; su homólogo en Andalucía, Manuel Pastrana, y el que fuera consejero de Empleo de la Junta, Antonio Fernández, fueron los encargados de inaugurarlo el 26 de octubre del año 2006. Entonces, se destacó los 1.000 metros cuadrados del edificio, equipados con tecnología punta clave para cualificar a los trabajadores jiennenses. Contaba con cuatro salas informáticas, con quince ordenadores cada en cada una de ellas. Se destacaban, especialmente, los talleres de chapa, pintura, electricidad y metalurgia, además, de las aulas teóricas, las oficinas y el material didáctico.

En el año 2012, la actividad formativa comenzó a decaer en esa escuela ligada a la UGT. La situación no fue a mejor en los ejercicios sucesivos y, finalmente, el sindicato decidió clausurar su escuela. En concreto, el 1 de febrero de 2015 entró en vigor un expediente de regulación temporal de empleo para los tres trabajadores que quedaban en las instalaciones. Desde entonces, el edificio estaba cerrado a cal y canto. Su clausura fue una consecuencia más de la caída de los planes de formación en 2012, 2013 y 2014, tanto de la Junta como del Gobierno. Sin cursos, su mantenimiento era prácticamente inviable para el sindicato. Ahora, acaba de encontrar un destino para su edificio, además de una importante fuente de financiación.