Un año sin noticias de Jesús Muñoz Armenteros

El caso sigue abierto y su familia pide cualquier información que les ayude

29 may 2017 / 11:07 H.

El tiempo se ha parado para la familia de Jesús Muñoz Armenteros. Se cumple un año desde que el jiennense desapareció misteriosamente de su barrio, en el Gran Eje. La última vez que fue visto por un amigo iba por la calle Europa hacia la Avenida de Andalucía, y desde entonces no ha habido más noticias, como si se lo hubiera tragado la tierra. “Todavía conservamos la esperanza, es lo último que se pierde”, asegura su hija, Lidia Muñoz. El caso sigue abierto, la Policía Nacional continúa con la investigación, y por ello la familia recuerda que siguen pendientes de cualquier información que les pudiera proporcionar cualquier persona que lo haya visto.

Jesús Muñoz tiene 62 años, es auxiliar de enfermería y trabaja en El Neveral. Cuando ocurrió el suceso, se encontraba de baja laboral. “Es un hombre con una vida muy normal, muy cotidiana”, resalta su hija. Sus hábitos diarios eran costumbres arraigadas, como tomar un café y leer el periódico en el mismo bar. Se movía en la misma zona, sin hacer grandes cambios. Era conocido entre los residentes del barrio, con los que se cruzaba habitualmente, por ello la noticia impactó en los residentes en el Gran Eje cuando conocieron lo ocurrido.

“Esa semana hablé con él por teléfono para decirle que iba a bajar”, cuenta Lidia Muñoz, que por aquel entonces vivía en Madrid, y todavía reside ahí. Al llegar, no localizaba a su padre, que tenía el móvil apagado. Así que recorrió sus lugares habituales, donde le aseguraron que hacía tres días que no lo habían visto. Saltaron las alarmas. Dieron aviso a los Servicios de Emergencia y lograron entrar en la casa. Todo permanecía como si su dueño fuera a regresar en cualquier momento. “Las ventanas estaban abiertas y había comida en el frigorífico”, afirma Muñoz, y añade: “Además, mi padre y yo teníamos una relación muy estrecha, si se hubiera planteado irse de viaje me lo habría contado con antelación”.

La Policía Nacional hizo batidas por tierra y aire, tanto por las zonas próximas a su domicilio como por distintos parajes de alrededor. Sin embargo, no se localizó. 365 días después, el caso continúa abierto, aunque sin novedad. Tal como indican desde la Comisaría, se rastreó “prácticamente todo Jaén” sin éxito. “Tenemos plena confianza en la investigación y la labor policial”, aporta Lidia Muñoz, que desea que el caso “no se olvide” y esté “presente”, para que se pongan en contacto con ellos o los agentes si hubiera noticias. La gente que lo conocía llamaba, preocupada, a la familia y se interesaba por la situación, pero con el paso del tiempo el contacto ha menguado. “Nadie dice nada, nadie sabe nada”.

A pesar de vivir en Madrid, regresa a menudo a la capital del Santo Reino a visitar a sus familiares. “Para mí es muy doloroso visitar el barrio”, narra cuando se le pregunta si vuelve a buscar a su padre en los lugares que frecuentaba.

“Al final se terminan las ideas, no sabemos a quién consultar o acudir, su círculo de amigos y conocidos no era muy amplio, no tenía redes sociales; en el momento en que se barre ese lugar y se habla con esas personas, no hay más. Por eso creemos que algo ha tenido que ocurrir, que esto no es muy normal, pues él era una persona muy corriente y querida”, rememora su hija, y concluye: “Solo pido que no se olvide”.

Un barrio conmocionado por la ausencia de un vecino apreciado

El caso de Jesús Muñoz Armenteros conmocionó a todo un barrio. Diario JAÉN se hizo eco de la noticia cuando llevaba 73 días desaparecido y su hija, Lidia Muñoz, hacía un llamamiento a la ciudadanía para solicitar su ayuda ante cualquier pista para su localización.

Según cuenta, tras la publicación de la información numerosas personas se pusieron en contacto con ellos, sobre todo preocupados por la situación que sufrían y para darles palabras de ánimo para superarlo.

Entonces, la Policía Nacional se encontraba en pleno rastreo por diferentes lugares de la ciudad. Muñoz contaba cómo su padre no había realizado ningún movimiento en su cuenta bancaria ni había movido el coche de donde lo había dejado aparcado. “Cada día que pasa resulta muy duro”, explicó a este periódico, con un dolor que todavía persiste. Su familia ofreció una foto del desaparecido para que los jiennenses estuvieran alerta y dieran aviso en la Comisaría si vieran alguna persona parecida a él o proporcionara información relativa al caso.

Durante la búsqueda, Además de los treinta agentes de la Policía Nacional, en la batida participaron varias patrullas del Instituto Armado, de la Unidad Adscrita, miembros del Grupo de Emergencias de Andalucía (Grea) y voluntarios de Protección Civil. Los agentes llevaron varios perros adiestrados en la localización de personas. Asimismo se pidió permiso al juez para ver cuáles fueron las últimas llamadas que recibió.