Un condenado por asesinato niega la extorsión a otro preso

Presuntamente, Agustín M. L. amenazó a la víctima con su historial delictivo y logró que le entregará 2.000 euros

13 jun 2018 / 08:27 H.

Agustín M. L., un vecino de Almería de 37 años, se sentó ayer en el banquillo de los acusados por, presuntamente, extorsionar a un recluso del Centro Penitenciario de Jaén con el que compartió módulo. Presuntamente, la víctima llegó a entregarle unos 2.000 euros como consecuencia de las graves amenazas que le profirió en el interior de la cárcel. “Temía por su vida”, defendió el fiscal en el juicio, celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén.

El acusado tiene en su historial un delito de sangre cometido en el municipio almeriense de Níjar en marzo del año 2013. En concreto, fue contratado como sicario por una pareja para matar al examante de ella. Le tendieron una emboscada para dispararle a traición. Cuando la víctima estaba agonizando en el suelo, la remató prácticamente a bocajarro. En diciembre de 2015, Agustín M. L. fue trasladado a la cárcel de Jaén. Dice el fiscal que desde que llegó comenzó a exigir dinero a otro recluso. Al parecer, lo coaccionaba enseñándole recortes de periódico en los que aparecía que había sido condenado por un asesinato. También le decía, según siempre la versión del Ministerio Público, que tenía un familiar en la junta de tratamiento de la prisión y que hablaría con él para que lo clasificaran en primer grado penitenciario —el más severo y restrictivo—.

Con esas argucias, hizo que la víctima llamara a su madre para pedirle dinero. Según se explica en el escrito de acusación, le dijo que era para pagar una operación quirúrgica en un ojo. Incluso, la progenitora llegó a recibir la fotocopia de una factura para justificar el gasto. De este modo, el acusado consiguió que el otro recluso le entregara 2.000 euros debido al “temor” que sentía.

Agustín M. L. negó todos los cargos. “Todo lo que están diciendo es mentira”, aseguró. Su letrado, el granadino Félix Fernández, señaló en su informe final que el denunciante incurrió en numerosas contradicciones a la hora de relatar cómo se produjo la supuesta extorsión y, sobre todo, cómo se materializó. Así, además del recluso, declararon como testigos su pareja sentimental y su madre que, según su testimonio, fueron las que entregaron el dinero: “No se ponen de acuerdo en la cantidad, ya que una dice que fueron 1.700 euros y otra que fueron 2.000. Tampoco coinciden en el lugar en el que, teóricamente, se produjo la entrega. Primero, aseguraron que fue un centro comercial; después, en la estación de autobuses y, en el juicio, cambia otra vez de ubicación y dicen que fue en la estación de tren. No se trata de un relato creíble”, insiste el letrado.

No obstante, la Fiscalía decidió mantener los cargos contra Agustín M. L. Pide que cumpla cuatro años más entre rejas por un delito de extorsión y que indemnice a la víctima con los 2.000 euros. La defensa, por su parte, solicita la libre absolución con todos los pronunciamientos favorables. Actualmente, el recluso sigue cumpliendo condena por asesinato: le cayeron 22 años y medio de cárcel.