Un profesorado comprometido y bien valorado

La carrera docente universitaria es larga y complicada, y obliga al profesorado a realizar una formación continua, según explica el vicerrectorado de Profesorado y Ordenación Académica, Alfonso Cruz Lendínez, para adquirir las competencias necesarias. Esto es, conocimientos, habilidades y actitudes para desarrollar su actividad académica: “Su labor no solo consiste en atender a sus clases y a las tutorías del alumnado. El profesorado universitario ha sido, es y debe seguir siendo investigador, generador de conocimiento y no mero transmisor”.

Así, la actividad de un profesor de universidad, apunta, se compone de múltiples actividades que van más allá de la propia docencia. “Hablamos de preparación, revisión y actualización de materiales docentes que incorporan las nuevas metodologías basadas en TIC, la tutorización y dirección de trabajos del alumnado, la interacción con el alumnado en el campus virtual (chat, foros de opinión, resolución de problemas y dudas), la actividad investigadora (casi la totalidad está adscrito y activo en un grupo de investigación), dirección de trabajos fin de grado, fin de máster y tesis doctorales, actividad de gestión académica (elaboración de guías docentes, cumplimentación del proceso de evaluación...), actividad de participación en la gestión universitaria (comisiones, juntas de facultad, consejos de departamentos..) y actividades de transferencia y divulgación científica”, indica.

Mantener toda esta actividad, con solvencia y calidad, requiere de mucho esfuerzo y de estar permanentemente actualizado, sin dejar de lado su propia promoción en la carrera docente, por lo que su trabajo y dedicación se extiende más allá de las paredes del aula o del laboratorio. Además, el profesorado está sometido a múltiples evaluaciones y acreditaciones muy exigentes. El profesorado aparece muy valorado por parte del alumnado, un 8,06 en la última encuesta sobre la Opinión del Alumnado sobre la Actuación Docente: “Estos resultados tan buenos son el reflejo del buen hacer del profesorado de la UJA y ofrecen mucha información para que cada profesor reoriente su trabajo a la mejora de aspectos susceptibles de progreso para que los que tenemos responsabilidades de gestión hagamos lo propio”. La alta puntuación obtenida por los docentes no solo se mantiene en el tiempo, sino que mejora cada año: “Eso muestra que el profesorado y los que estamos implicados en gestión universitaria vamos en la dirección correcta”.