Un protector frente a la diabetes

El aceite de oliva virgen extra minimiza riesgos vasculares asociados a la enfermedad

25 oct 2016 / 12:27 H.

El consumo diario de aceite de oliva virgen extra minimiza e, incluso, podría evitar los problemas vasculares vinculados a la diabetes. Acaban de demostrarlo expertos del grupo “Investigación traslacional en enfermedad cardiovascular” de la Universidad de Málaga, a partir de ensayos realizados en ratas a las que se les indujo esta patología. La novedad de este estudio, publicado en la revista “Journal of Nutritional Biochemistry”, radica en haber comprobado que la ingesta continua de hidroxitirosol (un polifenol presente en el aceite de oliva virgen extra) en dosis bajas —entre 0,5 y 2,5 miligramos— son suficientes para que se produzca una disminución de la inflamación vascular o vasculopatías vinculadas a la diabetes.

Para apreciar los beneficios es necesario tomarlo en crudo y en cantidades diarias de entre 30 y 40 mililitros, lo que equivale a unas tres cucharadas soperas, aproximadamente. “La clave para aminorar o evitar la aparición de la enfermedad vascular diabética es aplicar este componente desde que se diagnostica la patología, ya que no se trata de que los síntomas se puedan revertir una vez producidos, sino aminorar y provocar que la progresión sea menor”, explica a la Fundación Descubre José Antonio González-Correa, uno de los investigadores responsables del estudio de la Universidad de Málaga.

El hidroxitirosol es un tipo de compuesto fenólico con elevada capacidad antioxidante, que se encuentra de forma natural en el aceite de oliva y la aceituna. Estudios anteriores apuntan que posee diversos efectos biológicos, entre los que destacan el descenso en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, la prevención frente a la aparición de ciertos de tipos de cáncer, así como propiedades antiinflamatorias y antiinfecciosas. El principal objetivo de este trabajo, financiado en parte por la Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía y por el Ministerio de Economía y Competitividad, ha sido determinar la influencia de distintas dosis de hidroxitirosol —administrado por vía oral— sobre biomarcadores de inflamación cardiovascular. “Específicamente, se han estudiado los relacionados con los procesos de daño oxidativo, asociados a una toxicidad o muerte celular e involucrados en la vasculopatía diabética y enfermedad de los vasos sanguíneos”, indica González-Correa. El grupo de “Investigación traslacional en enfermedad cardiovascular” está integrado en el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y este estudio, en concreto, se realizó en colaboración con el grupo de investigación “Biotecnología de alimentos: Pared Celular”, del Instituto de la Grasa (CSIC).