Un radar fijo contra “rápidos” en la salida hacia Los Villares

Tráfico reubicará equipos que había en Linares-Baeza y Mancha Real

02 feb 2017 / 12:12 H.

Los que los hayan “sufrido”, seguro que se acuerdan de ellos, son los radares que había colocados en la travesía del polígono industrial de Mancha Real y poco antes de llegar al cruce de la Estación Linares-Baeza. Dos cinemómetros que dieron buenos resultados a la Dirección General de Tráfico, en su labor constante de control de los excesos de velocidad, que, eso sí, ya no tienen sentido donde estaban ubicados, al haberse absorbido el tráfico de esas carreteras las autovías A-316 y A-32. Pero a los aparatos, a pesar de haber superado esta etapa, les queda larga vida, ya que la DGT tiene previsto trasladarlos a dos puntos en los que harán buen servicio: la carretera de Jaén a Los Villares y la que lleva de Úbeda a Jódar.

El jefe provincial de Tráfico, Juan Diego Ramírez, confirma que uno de los equipos será reubicado, lo antes posible, en la A-6050, concretamente, en el punto kilométrico 0,900, aproximadamente a la altura de la cantera que hay en esta zona del término municipal jiennense. Esta vía es una de las rutas seguras para ciclistas que existe en la provincia jiennense, lo que implica, como recuerda el responsable de la DGT, que la velocidad ya está limitada los fines de semana por la importante presencia de estos deportistas. Estas medidas también están vigentes en la A-6001, una vía autonómica, como la anterior, que toman los que se dirigen a las urbanizaciones del sur de la capital y que se levantan en La Guardia, además de ser una vía que también es elegida para muchos desplazamientos desde la vecina Mancha Real.

Con el mismo espíritu que se instalará el cinemómetro de la carretera de Los Villares, para controlar los excesos de velocidad en los desplazamientos en el área de una ciudad importante, se “inaugurará” otro radar en los alrededores de Úbeda. La idea es tener un punto de control de velocidad, fijo, en la A-401. La vía conecta las provincias de Jaén y Granada por Sierra Mágina, pero concentra sus mayores niveles de tráfico en torno a la ciudad ubetense y Jódar. La DGT, además de “aprovechar” dos equipos, también tiene bastante claro dónde colocaría otro más, en caso de que se le fuera concedido a la provincia. Estará en la rotonda de El Clavijo, en la Autovía del Olivar. Es un nudo importante, a la altura del kilómetro 3,500, ya que en este distribuidor hay salidas hacia Baeza y Úbeda y un área industrial y empresarial, además de la conexión con la autovía A-32. La DGT detecta que hay conductores que pisan el acelerador en exceso, por lo que prevé la instalación de un control fijo, una medida disuasoria que ya se une a las que ya existen, como bandas de rodadura y la señalización.

Esta reconfiguración del mapa de radares no es algo extraordinario, como deja claro el jefe provincial de Tráfico, ya que es constante el estudio de las causas de los accidentes, lo que implica que se adopten medidas de este tipo, en constante revisión para garantizar la mayor eficacia. En la provincia ya hay radares “famosos” por sus habituales multas, como el del Puerto Carretero, en la autovía A-44, y el control de velocidad de tramo que existe en el nuevo paso de Despeñaperros.

Todas las alarmas activadas por las 28 cifras mortales del pasado año

Jaén cerró el ejercicio 2016 con 28 fallecidos en accidentes de tráfico —20 en carretera y 8 en vías urbanas—. Una cifra que supone un “significativo repunte” en la siniestralidad vial y que incrementó los niveles de preocupación en la Jefatura Provincial de Tráfico. De todos modos, los datos no son del todo malos, sobre todo si se comparan con los parámetros de hace dos décadas. Aquel 1996, se contabilizaron 94 víctimas mortales y casi 800 siniestros de tráfico —casi el doble de los registrados en 2016—. Y también hay que tener en cuenta que esta tendencia al alza no es exclusiva de la provincia, sino que se ha producido en todo el país. Las cifras, puras y duras, esconden el drama de esas 28 familias La siniestralidad vial vuelve a repuntar tras varios años de mínimos históricos. No obstante, esas frías estadísticas también reflejan el buen trabajo realizado en los últimos años para mantener esta lacra en mínimos históricos. De hecho, Jaén lleva cinco años consecutivos por debajo de las treinta víctimas mortales, algo que parecía impensable a principios de siglo. 1996 fue el “annus horribilis” en las carreteras jiennenses, con 94 fallecidos, con un parque de vehículos sensiblemente inferior al actual.

un cruce inteligente para frenar accidentes

El Ministerio del Interior anuncia un paquete de medidas para hacer frente al aumento de la siniestralidad en las carreteras, registrado, por primera vez en trece años, en 2016. Entre estas, se contempla la instalación de cruces inteligentes, es decir, señales para avisar de la llegada de un vehículo al resto. Tráfico ya estudia dónde colocar uno en Jaén, al igual que espera otras acciones contempladas en este plan extraordinario.