Un “secuestro exprés” que se queda en nada

El juez archiva parte de la causa contra los ocho detenidos en abril por raptar y extorsionar a un hombre para robarle

07 jul 2016 / 13:45 H.

El pasado 12 de abril, la Comisaría puso en marcha un espectacular dispositivo que acabó con ocho detenidos. Se les acusaba de forma parte de “un grupo organizado” que, presuntamente, extorsionó y secuestró a un vecino de la capital, al que exigían importantes cantidades de dinero, después de que vendiera, junto a su hermano, una finca. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) aseguró que liberó a la víctima cuando sus captores lo llevaban a un banco para obligarlo a sacar 2.500 euros de sus cuentas, tras haberlo tenido encerrado en un piso de La Magdalena durante toda la noche. Ahora, el caso empieza a quedarse en nada. El procedimiento se separó en dos piezas, que fueron a parar a dos tribunales distintos. ¿Por qué? Porque la extorsión comenzó, según la denuncia, con la paliza que recibió el hombre por parte de los detenidos en Torredonjimeno. Esa parte del sumario se investigaba en un juzgado de Martos. Ya no. El juez acaba de dictar un auto por el que archiva la causa. No se cree la agresión y no da credibilidad al denunciante. Hay un amigo de los dos hermanos que declaró como testigo ante su señoría y que negó que se produjeran cualquier episodio de amenazas, extorsiones o secuestros.

La segunda parte del procedimiento, la que hace referencia a lo ocurrido el 12 de abril, recayó en Instrucción 1 de Jaén. Hoy, el juez Fernando Moral tiene previsto interrogar a ese mismo testigo. Las fuentes consultadas aseguran que repetirá el testimonio, es decir, que no hubo rapto, ni paliza, con lo que la causa parece abocada al archivo absoluto.

Los ocho detenidos contaron al juez que el denunciante pasó con ellos la noche de autos de forma voluntaria. Relataron que estuvieron cenando juntos en un burguer y consumiendo droga en la casa de La Magdalena, donde durmieron todos juntos. Y añadieron que, por la mañana, la supuesta víctima les dijo que los iba a invitar a desayunar, pero que antes tenían que ir al banco a sacar dinero. Así, explicaron su presencia en los alrededores de la sucursal aquella mañana. El Juzgado tiene hoy la última palabra.