Una anciana muere ahogada en la piscina de un residencial

La investigación apunta a que la mujer, de 88 años, sufrió un desvanecimiento mientras que se bañaba por la noche

10 ago 2018 / 08:49 H.

Aurora falleció ahogada en la piscina de un edificio residencial que se encuentra en el número 5 de la calle Castilla-La Mancha, en pleno Bulevar de la capital jiennense. A las siete de la mañana, el Servicio de Emergencias de Andalucía 112 registró una llamada de un vecino que alertaba de que había un cuerpo flotando en el agua de la piscina comunitaria. Acudieron la Policía Local, la Policía Nacional, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) y los Bomberos de Jaén. Sacaron el cuerpo del agua y certificaron el óbito antes de dar paso a los especialistas de la Policía Judicial y Científica para que supervisaran el entorno en el que había aparecido el cuerpo de la mujer.

La principal hipótesis es que Aurora murió ahogada de una manera accidental. La investigación indica en que fue un desgraciado accidente, según confirma la subdelegada del Gobierno de España en Jaén, Catalina Madueño. No existe indicio alguno que pueda apuntar a una muerte violenta. De hecho, la principal hipótesis es que la mujer —nacida en 1930 y natural de Alcaudete— se metió en el agua por la noche y, al parecer, pudiera sufrir algún tipo de mareo o desvanecimiento que generara el ahogamiento.

De hecho, se parte de la premisa de que la anciana (de 88 años) se metiera en la piscina para refrescarse. Hay evidencias que así lo apuntan, como que se encontraron las zapatillas y otras prendas en una zona cercana al vaso de la piscina y estaban perfectamente colocadas, es decir, como si se fuera a bañar para refrescarse. De ahí que se descarta que se pudiera caer de una manera accidental.

Autopsia. La Policía Judicial y Científica de la Comisaría de la Policía Nacional de Jaén realizó el atestado para instruir las diligencias judiciales. También se esperó a la llegada del forense. La subdelegada indica que la hora de la muerte pudo ser en torno a las diez de la noche cuando la mujer se pudo introducir en el agua para refrescarse. A partir de ahí se trabaja con la hipótesis de que sufriera un mareo o un desvanecimiento y que se ahogara en la piscina. Al parecer, la hora de la muerte se calcula en torno a las diez de la noche, aunque no fue hasta las siete de la mañana cuando se percataron del suceso. La Policía mantiene abiertas todas las líneas de investigación. Precisamente, el resultado de la autopsia será determinante. Ayer, el cuerpo de Aurora se encontraba en el Instituto de Medicina Legal de la capital.

A diferencia de las urbanizaciones que están cerca, el vaso de esta piscina es pequeño, por lo que se parte de la idea de que fuera un mareo o un desvanecimiento el que generara el ahogamiento. Es una piscina pequeña a la que se puede llegar a cualquiera de los bordes con relativa facilidad.

Dos trabajadores de la funeraria —ataviados con chalecos de color verde— fueron los encargados de trasladar el cuerpo desde esta zona residencial de la capital hasta el Instituto de Medicina Legal para que se realizara la autopsia. Los investigadores estuvieron en torno al escenario del suceso durante un tiempo más para ver si existía algún indicio que pudiera llevar a pensar otro motivo vinculado al fallecimiento. En cambio, el punto de partida parece claro. Se cree que fue un desgraciado accidente el que se ha llevado la vida de esta alcaudetense de 88 años de edad. Sus vecinos, ayer, estaban asolados por la tristeza por la pérdida de una persona que era bastante conocida y querida en el residencial del número 5 de la calle Castilla-La Mancha.