Una marteña lega la mitad de su herencia al Complejo Hospitalario

La donación tiene como destino el área de pacientes con cáncer infantil

09 jun 2017 / 11:25 H.

Un gran gesto de solidaridad con los pequeños que tienen que enfrentarse a una enfermedad tan dura como es el cáncer, destinado a la mejora de las instalaciones en las que tienen que pasar tanto tiempo o en el equipamiento que se utiliza para la práctica de las diferentes pruebas a las que tienen que someterse con frecuencia. En definitiva, para aquellas cuestiones que redunden en un beneficio para los niños.

Eso es lo que tuvo una mujer, vecina de Martos y fallecida recientemente, con el Complejo Hospitalario de Jaén. Así, según confirman fuentes sanitarias, su última voluntad fue que la herencia se repartiera, a partes iguales, entre sus familiares (50%), entre los que se encuentran 4 hijos y varios nietos, y el Servicio Andaluz de Salud (el 50 restante), más concretamente a la atención de los pacientes infantiles con cáncer que se presta en el centro jiennense.

En la actualidad, el proceso, que se estima largo, se encuentra en manos de un albacea, que es la persona que tradicionalmente se encarga de hacer cumplir la última voluntad de un difunto y de custodiar sus bienes hasta que se repartan entre los herederos. Por el momento, no ha trascendido la cuantía que permitirá mejorar la atención que se presta a los menores que sufren la enfermedad, puesto que al parecer su legado se compone, en su mayoría, por capital inmobiliario. Lo que sí está claro es que este gesto marca un hito, puesto que se trata de la primera herencia que se lega directamente al centro jiennense. Por lo general, las donaciones que se reciben se suelen realizar, o bien en vida, o bien a través de las asociaciones que trabajan con estas patologías, y que en el caso de la provincia son las de ALES, de Padres de Niños con Cáncer, y “Pídeme la luna”, conformada por enfermeras, médicos, auxiliares de enfermería, estudiantes de medicina, farmacéuticos y demás personal sanitario, así como numerosos padres y madres de niños de la Unidad de Onco-Hematología del Hospital Infantil de Jaén, y voluntarios.

Una información que llega justo, y salvando las distancias entre un caso y otro, en el marco de la polémica generada por la donación de la Fundación Amancio Ortega de más de 300 millones de euros a la sanidad pública para que renueve equipamientos contra el cáncer, como mamógrafos y aceleradores, puesto que algunos colectivos consideran que se deberían de rechazar ese tipo de donaciones y recabar fuentes de financiación pública de los Presupuestos del Estado.

Una gran labor con los pequeños

Una gran labor. Eso es lo que desarrolla la Unidad de Oncohematología Pediátrica del Complejo Hospitalario de Jaén, que prestó un total de 2.264 atenciones a pacientes infantiles durante el año pasado en sus distintos servicios, según explicaron durante la conmemoración del Día Internacional del Cáncer Infantil. De ellas, 104 fueron ingresos, 325 estancias, 520 sesiones de quimioterapia o transfusiones de sangre, 948 consultas y 367 revisiones a menores.

Los facultativos de este servicio, que funciona desde octubre de 2006, diagnosticaron durante 2016 un total de diez casos nuevos de cáncer, entre los que tres fueron leucemias, dos tumores en el sistema nervioso central, uno en los huesos, uno en el tiroides, uno en los testículos, un linfoma y un rabdomiosarcoma.

La plantilla de este departamento se compone de tres facultativos, nueve enfermeras y ocho auxiliares de clínica, además de los celadores, educadores y personal administrativo que comparten con el servicio de Pediatría del Hospital Materno-Infantil de Jaén.