Una semana retirando los escombros en la calle Elvín

“La casa es nuestra, pero lo cierto es que no hay ayudas para el mantenimiento”, dicen los dueños

22 feb 2019 / 12:29 H.

El problema de las viviendas así es que están en el casco histórico, de difícil acceso y con muchas casas abandonadas. Además, no hay ayudas para la rehabilitación”. Es una reflexión del portavoz de la familia propietaria del número 2B de la calle Elvín, el penúltimo inmueble del casco antiguo que sufre un derrumbe. Como ocurrió en los dos que hubo hace menos de un año, en las calles Vicario y Alegría, todo quedó en un susto, sin daños a personas. Eso es una suerte, lo malo es que los jiennenses que heredaron el caserón que perdió parte del tejado, sufren en carnes propias todos los “males” de la parte vieja de la capital. Y es que, el inmueble, después de estar okupado durante unos dos años, quedó destrozado. Posteriormente, una de las herederas de los moradores originales, que superan la media docena, lo que dificulta cualquier gestión, llegó a un acuerdo con una familia para que se instalaran allí, aunque sin cobrarles, todo para evitar una nueva entrada. En esa situación estaba la casa cuando se registró el desplome de parte de la cubierta. Desde ese día, el pasado 13 de febrero, una cuadrilla de obreros se dedica a sanear, para evitar que vuelva a ocurrir algo parecido. Han llenado, con espuertas, una decena de contenedores, a razón de 3.000 kilos cada uno. Antonio Cano, el responsable de la pequeña empresa de albañilería que está al cargo, calcula que cuando terminen su trabajo, la factura rondará los 16.000 euros.

Al gasto que implica terminar de derribar la techumbre otros elementos que pudieran ser peligrosos, como explican los propietarios, habrá que añadir la factura por la intervención de los bomberos. A ellos les correspondió echar al suelo, de forma controlada, todas las partes que amenazaban con colapsar. “Intentaremos que el seguro se haga cargo”, explica el representante de los dueños. “Lo que le ha sucedido a esta gente le podía haber pasado a cualquiera, no es por falta de mantenimiento, todo ha venido por una viga de madera que, parece ser, que ha sido atacada por un hongo”, reflexiona el jefe de la obra. Su hermano, José Cano, tiene la solución al despoblamiento del centro: “Tienen que hacer aparcamientos, procurar que sea cómodo, para que los jóvenes decidan mudarse aquí y a este tipo de casas, que son buenas, no se queden sin uso”. “Es necesario que las administraciones den facilidades para intervenir en este tipo de inmuebles, porque, para hacer cualquier reforma, hacen falta, por los menos, 60.000 o 70.000 euros”, razona Antonio Cano. El derrumbe de la calle Elvín es el “enésimo” de los que se registran en el casco histórico y revela un problema de infravivienda acuciante. El alcalde, Javier Márquez, al que la oposición culpó de esta situación, por no impulsar un plan municipal de vivienda, aseguró, el pasado 14 de febrero, que la “dejadez” de los propietarios está en el origen de todo lo que sucede. Fue una semana de gran revuelo político que culminó, el viernes 15, cuando el pleno aprobó que la ciudad se beneficie de ayudas de la Junta para rehabilitación.

Derrumbe de un muro en Soria de San Juan
idcon=13761980;order=10

Los bomberos se desplazaron de nuevo al casco antiguo, ocho días después de un suceso similar en la zona, por un desprendimiento de parte de un muro que acota un solar en el número 21 de Soria de San Juan. Esta calle está a cien metros de la calle Elvín, donde se registró el último derrumbe en un inmueble y a una distancia similar de las casas que se vinieron abajo el año pasado. Todas estas fincas están en el barrio de San Juan, uno de los más castizos y con encanto de la ciudad, en la perpendicular de Almendros Aguilar, la principal arteria de la parte vieja de la capital, junto a Martínez Molina. En este último caso, según informó la Policía Local a través de su cuenta oficial en Twitter, fue necesario asegurar la zona, mientras que los agentes cortaron “momentáneamente” el paso peatonal ante el riesgo de que hubiera nuevos desprendimientos. No se han registrado heridos. La Asociación de Vecinos Torre del Concejo asegura que en la zona hay un solar propiedad municipal abandonado y que hay otros dos, uno de un banco y otro de un particular, en estado parecido. Al detectar el riesgo, el presidente del colectivo, Francisco Jesús Castro Liébanas, asegura que, en varias ocasiones, informó de la situación a Mantenimiento Urbano.