Una trayectoria prometedora en la química bioinorgánica

Ana Isabel González obtuvo un “Cum laude” en la lectura de la tesis doctoral

09 feb 2018 / 08:59 H.

Una pequeña aportación a la ciencia. Eso es lo que Ana Isabel González Garnica ha conseguido con su investigación sobre la química de las bacterias y cómo afectan a la salud humana, iniciada en la tesis doctoral, cuya lectura en inglés le hizo merecedora del “Cum laude”, y que continúa a través del contrato puente que en la actualidad tiene en la Facultad de Ciencias de Granada. “Tesis doctorales se leen todos los días, así que no considero que haya hecho nada extraordinario. Eso sí, espero que, en un futuro, mi pequeño paso sirva de inspiración para otras investigaciones”, apunta Ana Isabel González. La joven no oculta su satisfacción con la labor realizada: “Es diferente dentro del campo en el que trabajo, puesto que no se puede englobar en la química, pero tampoco en la biología. De ahí la clasificación de química bioinorgánica”. En este sentido, agradece a sus directores de tesis, a José Manuel Domínguez y a Natividad Gálvez, y a su familia el apoyo que ha recibido durante este tiempo.

Licenciada en Química, es en esa misma rama en la que realizó el doctorado. Un periodo en el que recibió una beca del Ministerio para realizar una estancia en la Universidad RMIT de Melbourne, en Australia. “Fue una experiencia dura, pero a la vez muy positiva. Sobre todo, tuve la suerte de que el grupo de investigación en el que estuve me trató como una más, y en esos tres meses aproveché mucho el tiempo y establecí una colaboración. Y considero que el hecho de que España y Australia estén vinculadas en investigación es bastante positivo”, considera Ana Isabel González.

Siempre ha tenido claro que quería dedicarse a la investigación y, de hecho, el máster lo realizó en un grupo de química orgánica, que es donde comenzó a trabajar la química con bacterias. En la actualidad, en la Facultad de Ciencias de Granada, continúa con la labor ya iniciada, en la misma línea y grupo, pero que no se incluye en la tesis, titulada “Materiales bioinspirados basados en bacterias. Aplicaciones biomédicas”. Con respecto al contenido, explica: “Trabajamos con las bacterias que están presentes en los alimentos y productos probióticos, porque sabemos que son beneficiosas para el organismo, pero no los mecanismos por los que se causa ese provecho. Ahora está bastante de moda ingerir alimentos probióticos, pero también se pueden originar problemas al incluir bacterias vivas en el organismo. Así que el final de la investigación es saber las moléculas y compuestos que son buenos para trabajar con ellas, y no con el organismo vivo”, afirma Ana Isabel González. Por el momento, han identificado que las bacterias producen una molécula que podría estar relacionada con que se frene la anemia, al potenciar la absorción de hierro.

Un resultado que no esperaba, puesto que, reconoce, en la ciencia, cuando se empieza una investigación nunca se sabe dónde va a terminar: “Se abren nuevas puertas y objetivos, y el estudio deriva a cuestiones de mayor interés”. En este sentido, también considera fundamental la publicación de resultados en revistas internacionales, y ya cuenta con dos.