Waterpolistas afectados por el nivel de cloro en La Salobreja

Un partido de waterpolo en La Salobreja con final desagradable aunque, de alguna forma, esperado. Familiares de los jóvenes deportistas asistieron al encuentro en un partido de la primera división andaluza femenina entre el equipo jiennense y Chiclana. A continuación, fue el turno del masculino de la provincia del mar de olivos frente al equipo de Ronda. El resultado de ambos encuentros quedó en segundo plano por culpa del estado del agua de las piscinas. Los deportistas terminaron con los ojos “rojos e hinchados”, según declaraciones de los padres, “alguno incluso no podía abrirlos, daba miedo ver cómo estaban”. Al final fueron varios los que solicitaron las hojas de reclamaciones del centro y otros tantos los que acudieron a Urgencias.

“No es la primera vez que ocurre”, explicó José María Segura Egea, padre de uno de los afectados y presidente y abogado de la asociación de consumidores y usuarios ¡ea! Manifestó que los niños entrenan una media de tres a cuatro días a la semana y “siempre les pasa igual, salen con los ojos fatal por culpa de los niveles de cloro que están mal”. Segura fue uno de los padres que llevó a su hijo para que le atendieran los servicios sanitarios. “En cuanto les lavaron el globo ocular se sintieron más aliviados y mucho mejor”. Relata cómo a una de las deportistas estuvieron a punto de ponerle una vía por problemas respiratorios. Han presentado parte médico para denunciar la situación y que se solucione.

El concejal de Deportes, José María Álvarez afirmó que son conscientes de la situación y que, según los análisis del viernes y del domingo, los niveles de cloro están “un poco por debajo de lo normal”, por lo que no entienden qué ha podido ocurrir, pero muestran su preocupación. “Estamos continuamente pendientes de su evolución”, afirmó a este periódico, y lamentó que se “desacreditara” la labor de sus operarios.

Por su parte, Carlos Alberca, concejal socialista, se suma a las quejas de los usuarios de la piscina de La Salobreja y achaca el error a una falta de plan sistemático de mantenimiento. “Se deben hacer mediciones por la mañana y por tarde, todos los días, de forma que se vayan ajustando cuidadosamente las cantidades de cloro para que no se dispare”. El concejal insistió en el riesgo que representa. “Es un problema se salud que se debe tomar muy en serio y no hay que buscar soluciones en forma de parche”, afirmó.