Ayuda de la Unión Europea a Níger

    18 dic 2016 / 11:14 H.

    La Unión Europea anuncia un paquete de 610 millones de euros para ayudar a Níger a atajar la inmigración irregular y apoyar su desarrollo socioeconómico en el marco de varios contratos de financiación que firmaron el pasado jueves, coincidiendo con la visita del presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, a la capital belga.

    Del paquete anunciado, 470 millones de euros corresponden al programa anual de cooperación al desarrollo en 2016 y los otros 140 millones salen del fondo fiduciario de la UE para África para atajar las causas en la raíz de la inmigración irregular, según informó el Ejecutivo comunitario. La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, agradeció la cooperación “excelente” entre la UE y Níger para “gestionar” los flujos migratorios y “evitar tragedias” y ha reconocido “más resultados” con Níger de los cinco países de origen y tránsito prioritarios con los que la UE ha firmado acuerdos migratorios específicos, uno de cuyos objetivos centrales es aumentar la tasa de devoluciones a cambio de ayuda financiera. “Nuestra cooperación en este ámbito es excelente”, ha dicho tras la firma de los acuerdos de financiación en rueda de prensa conjunta con el mandatario africano, cuya “determinación” para “combatir el tráfico de seres humanos, especialmente en la región de Agadez”, el principal nodo de la inmigración irregular a Europa.

    Entre los logros de la cooperación con Níger, la jefa de la diplomacia europea puso en valor que 4.000 inmigrantes han sido “devueltos” a Agadez con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para ser repatriados a sus países de origen “en pleno respeto de las leyes internacionales” y para “salvarles de condiciones inhumanas”, la reducción de los inmigrantes en tránsito en el país, que han pasado desde los 70.000 de hace unos meses a 1.500, así como la detención de “más de 100 traficantes y la incautación de sus vehículos”.

    “Es una cooperación que trae resultados”, incidió Mogherini, que dejó claro que no se trata de “detener la inmigración”, sino de gestionarla “de forma sostenible, en pleno respeto de los Derechos Humanos” y sobre todo de cumplir el “deber moral de salvar vidas”.