El corazón de Mensajeros

Durante una semana, Diario JAÉN ha viajado junto al sacerdote jiennense Julio Millán a Ecuador, al corazón de un país lleno de contrastes y necesidades. Jaén brinda ayuda a los ‘viejitos’ de Nabón

24 mar 2019 / 12:00 H.

Es Nabón una tierra de ocres y sequedad, muy similar a la Sierra Mágina de la que se olvidó el agua por los municipios de Huesa y Larva. Allí estuvo impartiendo Evangelio en los años 80 el sacerdote jiennense Julio Millán Medina, mandatado por el obispo Miguel Peinado junto a Melitón Bruque y Miguel Ruiz, cuyos nombres están marcados a brasa encendida de amistad en la memoria de estas gentes de los Andes ecuatorianos al igual que en las de la selva, el Oriente que conforman los cantones de Méndez o Sucúa. Durante una semana, Diario JAÉN, ha viajado junto a Millán para conocer dónde llega el dinero que en galas y cenas solidarias recauda cada año la oenegé Mensajeros de la Paz en la provincia de Jaén. Y el dinero para Ecuador se va para los maravillosos ‘viejitos’ de Nabón, como María Clementina Cayambe (92 años) María Alejandrina Erráiz Morocho (91 años), Emilio Atanacio Naula Mocho (88 años) o Carmelina Suqui Morocho (75 años) por citar algunos. Ellas y ellos tienen a Julio Millán presente en sus oraciones, lo conocieron jovencísimo, recién salido de cura (1981 a 1989) y de espíritu impetuoso y no dejan de decir lo bueno que fue para Nabón “que Padre Julio llegara acá”. Blanca Marina Sanmartín (80 años) tiene alzheimer, pero ve al periodista hablar con los abuelitos y abuelitas de la Casa Hogar y le dice algo al oído a su hermana. Dolores se acerca y comenta que Blanca también conoció la labor del Padre Julio. Y Blanca sonríe cuando su hermana Dolores le da el recado al periodista. Siempre ausente, menos en este instante, su sonrisa es maravillosa. La labor de Mensajeros de la Paz Jaén, en Nabón, se inició en 2001, primero con ayuda directa para alimentos y luego cada año aumentando para algo específico la cantidad asignada, lo último dinero para construir un horno de pan en las instalaciones. El Centro Gerontológico Casa Hogar Tarcila Rubio de Ordóñez, adscrito al Gobierno autónomo de Nabón y con respaldo del Ministerio de Inclusión Económica y Social de Ecuador, atiende una media de 40 personas, 12 de las cuales residen de forma permanente, reciben cuidados integrales (salud, alimentación, cuidado personal, limpieza, lavandería, trabajo social, psicología o actividades ocupacionales). Son personas que se encuentran en situación de pobreza extrema, vulnerabilidad por falta de redes familiares con las que hacer su último viaje en la vida o, también, provenientes de familias que no pueden brindar el cuidado de sus mayores porque no tienen ni para ellos. Así lo asegura su administradora, Carolina Velásquez, con quien trabajan 9 personas.

“Ser feliz es no hacer caso a la gente”
“Nos enseñó a ser personas y a creer”
“Los curas de Jaén son queridos y recordados”
pedro Gabriel gabrielli OBISPO EMÉRITO DE MACAS (ECUADOR) |

“Toda mi vida he vivido como un curita del campo, acompañando a la gente, visitándola, yo creo que soy un obispo que anduvo por los lugares por los que estaba la gente. Allí llegué siempre, si había que caminar, caminando; si tenía que ser a caballo, pues en caballo; en canoa, pues en canoa. La gente del Oriente ecuatoriano es una gente sencilla, con sus debilidades, sí, pero es gente que acoge. Cuando se siente comprendida y amada, también corresponde, no cabe ninguna duda. Esta gente tuvo una generosa correspondencia con los sacerdotes diocesanos de Jaén, con Melitón, con Julio y con Miguel, todos salieron de aquí con la impresión de que la comunidad cristiana les correspondía con generosidad y por eso son queridos, recordados, amados y apreciados y, aunque tuvieron alguna dificultad, guardan sentimientos de amistad y consideración de Ecuador”.

“Nuestra política arranca en lo más pequeño”
magali quezada ALCALDESA DEL CANTÓN DE NABÓN (ECUADOR) |

“Lo que hacemos es administrar los recursos de manera correcta, es la gente la que decide y la que resuelve, se trata de una planificiación cantonal y de articulación de la participación ciudadana, con procesos cícliclos de revisión de cuentas. La gente se involucra y establece una actitud de pernetencia al territorio y, además, de compromiso con lo que se hace. No olvidemos que en Nabón tenemos 79 comundiades y ahí arranca nuestra política, en lo más pequeño. Practicamos el cogobierno con ellas, legislan a la par con el consejo y la alcaldesa. Estamos encantados de tenerles aquí, hemos retrocedido en el tiempo a esos momentos positivos de comunicación y de solidaridad. Nos vuelve a avivar esa energía, ese positivismo y ese entusiamo que nos dio Padre Julio, crecimos con un proceso diferente de vida y de ver la vida a futuro. Se sembró buena semilla y dio sus frutos”.