La lucha por la pesca

Tras dos años en pie de guerra por recuperar la libertad de poder volver a soltar truchas arcoíris para practicar su deporte, los pescadores jiennenses al fin ven la luz al final del túnel tras la última modificación de la Ley 42/2007

    30 sep 2018 / 11:23 H.

    F ueron dos años duros para el sector de la pesca en España y para Jaén. A raíz de la modificación de la Ley 42/2007, recurrida por Ecologistas en Acción, se prohibió la suelta de ejemplares de trucha arcoíris en los cotos de pesca, lo que llevó a que muchos pescadores dejaran a un lado su actividad y, con ello, a la caída del sector económico que gira en torno a este deporte. Una situación que puso a los amantes de la pesca en pie de guerra por recuperar su derecho y libertad a practicar una tradición tan arraigada en la sociedad.

    Antonio López, responsable de la Plataforma en Defensa de la Pesca de Andalucía —y natural de Pozo Alcón—, defiende que la actividad de pesca en la provincia de Jaén se vio gravemente afectada, ya que no permitían soltar truchas arcoíris en los cotos de la provincia (especie de la que se nutría principalmente el sector jiennense). “Se quedaron muchos compañeros en el camino a parte de los pescadores de nuestra tierra, ya que aquí venían muchos de otras provincias, y esto se debe a que esta especie solo se pesca en Granada y Jaén”, explica López, quien señala que en la tierra del mar de olivos se llegó a tener más de 20 cotos. Indica que fueron casi 700 días en los que no se pudieron echar truchas en los ríos jiennenses, por lo que hubo una “repercusión económica inmediata”. Según afirma, venían pescadores de muchos lugares de España no solo a pescar, sino que también se alojaban en las hospederías, comían en los restaurantes y se llevaban muchas botellas de aceite. “En un estudio se vio que la trucha tenía una repercusión económica de un millón de euros al año”, insiste.

    Sin embargo, el 28 de junio de este año cambió todo. La modificación de la ley quedó suprimida y se volvió a permitir la suelta de la trucha arcoíris. Así, los cotos jiennenses pudieron volver a soltar truchas legalmente. “Fue una alegría para los pescadores y el sector económico de nuestro entorno, ya que los cotos están en zonas pequeñas donde la pesca tiene un gran peso económico”, sostiene Antonio López.

    Jesús Expósito, presidente de la Asociación Española Black Bass y uno de los coordinadores de la Plataforma en Defensa de la Pesca a nivel nacional, expone que para conseguir esto fueron necesarias 17 reuniones en el Ministerio de Medio Ambiente y asegura que lo más importante que se ha conseguido es una unión que, hasta ahora, “no hubo nunca dentro del propio sector de la pesca”. Por otro lado, recuerda que el problema de la trucha arcoíris y la carpa “es algo sangrante”, porque la sentencia del Tribunal Supremo apuntaba que ambas especies no deberían haber sido excluidas del Catálogo de Especies Exóticas Invasoras. Pero Expósito explica: “Para que haya una exclusión, primero tiene que haber una inclusión previa y nunca, en ningún momento, en dicho catálogo aparecieron ninguna de las dos. Por lo tal, nadie las excluyó”.

    Además, Expósito insiste en que no es competencia de un juez el incorporar o no una especie en dicho catálogo, “porque la propia ley 42/2007 dice que la competencia de esto es única y exclusivamente del Ministerio de Medio Ambiente”. De igual manera, ante cualquier duda, subraya que todos los ejemplares que se liberan de trucha arcoíris “son hembras tratadas de forma genética para que sean estériles. Por lo que es imposible que se reproduzcan. A parte, tampoco hay otra especie con la que puedan cruzarse. Así que no puede haber ningún perjuicio a nivel biológico, salvo el de la posible competencia con otra especie por el alimento”.

    Manifestación multitudinaria en Madrid
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    El mundo rural, los pescadores, cazadores, agricultores y todos los afectados por la última sentencia del Tribunal Supremo hicieron historia, el 5 de junio, con la asistencia de unas 300.000 personas a una manifestación en Madrid que, en un grito de unión, solicitaban la modificación de la Ley 42/2007. Finalmente, dicha ley se cambió el 28 de junio, solo unas semanas después de la multitudinaria marcha en la capital de España. Acontecimiento que devolvió la alegría a todo el sector.