“Nos gustaría donar las cabezas de caballo para exponerlas”

Francisco Rebollo

24 mar 2019 / 11:13 H.

J uan Cubero tuvo un sueño, de esos que con mucho esfuerzo y trabajo terminan por convertirse en realidad. Corría el año 1870 cuando decidió abrir un modesto comercio en la calle Virgen de la Capilla de la capital. Especializado en guarnicería, pronto se popularizaría entre las gentes del campo con animales, hasta evolucionar en una local en el que se han vendido desde juguetes hasta artículos de viaje, siempre sin perder su productos más característicos. “Te mueves menos que los caballos de Cubero” ha pasado a formar parte de la historia popular jiennenses que, durante casi 150 años, ha visto como el negocio pasaba de generación en generación, hasta ahora. El próximo 31 de mayo, Cubero echará la persiana para siempre, atrás quedarán los caballos, los zapatos y su tan característico local. Tras el fallecimiento del que fuera nieto del fundador, Francisco Rebollo, sus hijos que ya no viven en la capital han decidido, por múltiples motivos, acabar con una saga que siempre estará presente en la sociedad jiennenses y que forma parte de la historia del Santo Reino.