“Perder la ilusión es lo peor que le puede pasar a un torero”

Joselito Rus

04 dic 2016 / 10:19 H.

Su pasión por el mundo del toro empezó a hervirle en las tripas de niño. A los 10 años ingresó, para forjarse como torero, en la ya desaparecida Escuela Taurina Tendido 1 de Jaén. Muy pronto tuvo claro que, para conseguir fama y gloria, en ese oficio había que ser muy bueno y darlo todo, incluso la vida, si te la arrebatan en esa danza estética en la que vida y muerte se subliman en el crisol efímero del arte. A los 15 años mató su primer novillo. Esa fecha de su bautismo de sangre la tiene grabada a fuego: “8 de mayo de 1988. Plaza de toros de Pegalajar”. Fue su comienzo como torero. Pasó varios años de becerrista y novillero sin picadores y, durante cuatro años, toreó 125 novilladas sin picadores, hasta que, en 1993, llegó el momento de debutar con el caballo en la plaza de toros de Jaén, junto con su paisano Juan Carlos García. Joselito Rus estuvo dos años de novillero con picadores que no fueron nada halagüeños y decidió cortarse la coleta y abandonar su aspiración de ser matador, para hacerse banderillero. Fue en 1996. Desde entonces, hasta hoy. El torero jiennense forma parte de la cuadrilla de Cayetano Rivera Ordóñez. También ha acompañado a figuras como Manzanares, Perera y Rafaelillo, con los miuras. Conoce tan bien el oficio, que lo enseña a los alumnos de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén, donde es maestro de sus 24 aprendices.