Los Merguizos “revientan”

El reventón de los Merguizos, dos grandes brazos de agua gemelos, es un magnífico espectáculo que alimenta el espíritu con esa naturaleza primigenia que inunda estos días toda la provincia

18 mar 2018 / 11:46 H.

El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura, Las Villas y El Pozo, cuenta con muchos lugares de indudable belleza, parajes emblemáticos y enclaves simbólicos. Junto a ellos, un colosal abanico de acontecimientos naturales, llenos de contrastes de monte y roca, verdes y grises, la irrupción de las nevadas, el tronar de la berrea o la floración de los narcisos.

Aunque, ciertamente por estar en una zona endémica en cuanto a sequía, la presencia de saltos de agua y la aparición de cascadas, son el hecho más sugerente, que acontece en la naturaleza. Dentro de éstas, la circunstancia más estimulante y apasionante son los “reventones”; se dice que los manantiales, “rompen”. Cuando la aparición del agua sucede en el propio nacimiento y esta ocurre de forma súbita, imprevista, brusca y repentina, se torna como es el suceso más llamativo, sorprendente y placentero que nos puede brindar la madre tierra. En el caso del nacimiento del río Aguasmulas y, en concreto, los Merguizos, son dos colosales columnas de agua que brotan conjuntas, con furor e intensidad, de una inmensa pared vertical, en el llamado Recó del Aguasmulas.

Para que los Merguizos “rompan o revienten” se deben de dar una serie de condicionantes, coincidentes en el tiempo y el espacio. Tiene que haber nieve acumulada en la zona alta, en los cercanos e imponentes Campos de Hernán Perea, y que llueva con intensidad los días previos al reventón. Además, las temperaturas tienen que ser bajas, en los días previos. Con anterioridad debe subir la temperatura durante algunos días, para fundir la nieve y una bajada de la presión atmosférica, que suele venir acompañada de fuertes vientos. El agua de lluvia junto a la del deshielo conforman un flujo tan ingente, que la montaña no es capaz de evacuarla por los cauces habituales; entonces al subir el nivel freático dentro de la montaña, escapa por la gruta que forma la bocana de los Merguizos, dando lugar a este soberbio espectáculo de un colosal caudal de agua, que sale a presión, con fuerza y ruido ensordecedor, mostrándonos las cascadas más singulares de todo el parque, engalanando un paraje de belleza sin igual. Estas circunstancias son limitadas en el tiempo y su duración es breve.

Para contemplar este espectáculo de la naturaleza, tomaremos desde la presa del Tranco la carretera A 319, en dirección a Cazorla y, al llegar al kilómetro 54, en el cámping de los Llanos de Arance, cruzaremos el río, circulando por la pista forestal hasta el desvío que nos lleva a la Casa Forestal de los Bonales, donde dejaremos el vehículo. Hay 8 duros kilómetros de pista en pendiente hasta la explanada de la Fresnedilla. El recorrido es bellísimo, en paralelo al río Aguasmulas y una frondosa vegetación de ribera y altivas montañas tapizadas de un hermoso manto verde formado por un delicioso pinar. La Fresnedilla es una cortijada abandonada, desde donde parte el exigente sendero que nos llevará al nacimiento del río y a los Merguizos.