Loving Vincent marca un hito

Van Gogh estaría orgulloso y feliz de, sin comerlo ni beberlo, haber dado empleo a 125 artistas, que son los que han hecho la primera película pintada. La cinta acaba de estrenarse en España

14 ene 2018 / 11:30 H.

La película “Loving Vincent”, codirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman, se estrenó el pasado viernes en los cines españoles predecida por el logro de haberse convertido en la primera película de la historia del séptimo arte que ha sido pintada a mano, al óleo. Welchman señaló, durante una entrevista telefónica concedida a Europa Press, que Van Gogh “entraría en ‘shock’ si supiera lo famoso que es” y si viera “Loving Vincent” estaría “feliz” de haber dado empleo a tantos artistas durante dos años”, porque él siempre quiso crear un estudio de pintura. El codirector de esta película explicó que en la cinta aparecen más de 65.000 fotogramas animados realizados por un total de 125 pintores de todo el mundo que reproducen algunas obras del artista holandés y descubren su vida a través de las cartas que escribió a su hermano.

“Loving Vincent” fue inicialmente rodada con actores reales y la inspiración se encuentra en el propio pintor flamenco, quien “siempre partía de una persona real” a la hora de realizar sus cuadros. “Decidimos hacer exactamente lo mismo para realzar el carácter, la personalidad y el alma de los personajes”, explicó Welchman. De la misma manera, el reto para los pintores era sacar a relucir la actuación de los intérpretes usando la técnica pictórica de Van Gogh. La idea de esta película surgió de la codirectora, Dorota Kobiela, quien estudió arte y trabajó desde entonces en la industria de efectos visuales.

Entre las razones por las que escogieron a Van Gogh como centro de su película destaca su “historia conmovedora y dramática”, así como su interés por pintar a todo el mundo que estaba a su alrededor, puesto que “no se ceñía como otros artistas a personajes conocidos o a aspectos religiosos”, sino que pintaba “todo su mundo”, tanto paisajes de donde vivía como “sus zapatos o su habitación”.

Pintar más de 65.000 fotogramas a mano por un equipo de 125 personas llevó dos años a los artistas, pero el trabajo realizado por Kobiela y Welchman les llevó más de seis años.

Para la historia, decidieron un cambio de enfoque al que habitualmente se conoce de Van Gogh. La cinta arranca en el verano de 1891 en Francia. El joven Armand recibe una carta de su padre, el cartero Joseph Roulin, para entregarla en mano en París al hermano de su amigo Vincent Van Gogh.

“Para el principal personaje de la película necesitábamos a alguien que pudiera crecer a lo largo del viaje, a alguien más neutral y externo”, explica Welchman. No cree haber entendido los sentimientos “más profundos” de Van Gogh. “Hay muchos misterios y aspectos que son difíciles de conocer. Sabemos mucho de él pero es imposible conocer a alguien totalmente, sobre todo a alguien complicado como él que murió hace 127 años”.

“Loving Vincent” fue nominada a Mejor Película de Animación en los Globos de Oro, pero la mayor recompensa para sus creadores es que alrededor de cuatro mil millones de personas han ido ya a ver la película en todo el mundo. El argumento se sitúa un año después de la muerte de Vincent van Gogh, el cartero Roulin le pide a su hijo Armand que entregue personalmente la última carta de Van Gogh a su hermano, Theo, después de que sus intentos previos de enviársela hubieran fallado. A pesar de no haber apreciado a Van Gogh y recordar el incidente cuando el fallecido mutiló su oreja y se la dio a una prostituta, Armand acepta con disgusto debido al afecto de su padre por el pintor. El cartero Roulin reconoce la enfermedad mental de Van Gogh y culpa a los otros ciudadanos por condenarlo al ostracismo y expulsarlo.

También expresa desconcierto acerca de la causa de la muerte de Van Gogh porque, seis semanas antes de morir, Van Gogh le envió al cartero una carta en la que describía su estado de ánimo como calmado y normal. Armand visita a Père Tanguy, quien le informa que Theo, que sufría de sífilis, empeoró y murió poco después a la muerte de su hermano. Recuerda su tiempo en París con Van Gogh así como la tensa vida familiar de este último y su eventual elección por el arte después de fallar en diferentes carreras.

Mientras describe el funeral de Van Gogh, menciona que el doctor Gachet, quien acogió a Van Gogh después de que saliera del sanatorio y con quien compartía un amor mutuo por el arte, había tratado a Van Gogh como si fuera parte de su familia y estuvo angustiado en el funeral.