Golpes de constancia y éxito

El Club Bádminton Arjonilla ha conseguido 1.409 votos de los lectores del periódico, lo que supone el 26% del total. El equipo arjonillero se sitúa entre los ocho mejores del país tras ascender a la División de Honor

05 jun 2016 / 10:25 H.

La historia de lo que hoy es el Club Bádminton Arjonilla arranca hace casi tres décadas. Juan Antonio Cuesta Pérez, un profesor de Educación Física del pueblo, oyó hablar de que en Jaén habían organizado un curso para aprender a jugar a un deporte que desconocido para la mayoría de los españoles: “Tengo que reconocer que no sabía ni coger la raqueta”, aclara el “alma máter” de una entidad que, desde entonces, se ha consolidado en el éxito a golpes de constancia. De hecho, la próxima temporada, la entidad tendrá representación en la División de Honor, la máxima categoría nacional. Ese pionero “importó” el bádminton a Arjonilla, un pueblo de apenas 4.000 habitantes en el que este deporte echó raíces. Primero, en forma de Escuelas Deportivas Municipales, el mejor vivero para la formación de los futuros jugadores; y, desde hace apenas diez años, con un club federado que se apoya siempre en la cantera local. Hoy día, casi 150 arjonilleros —desde niños de apenas seis años hasta veteranos— disfrutan de este juego de raqueta tan hermoso que es olímpico desde Barcelona 92.

El trabajo bien hecho de la entidad que preside María José Segado ha conseguido una recompensa muy especial: el “Popular del Año”, un galardón que impulsa Diario JAÉN en el marco de los Premios Jiennenses del Año 2015 y que es elegido por los lectores del periódico a través de sus votos. Se da la circunstancia de que es la primera vez en las treinta y una ediciones de esta prestigiosa iniciativa que la distinción recae en una institución que no estaba en la nómina de ganadores designados por el jurado.

Los comienzos de lo que hoy es el Club Bádminton Arjonilla no fueron fáciles. Los primeros niños que formaban parte de la Escuela Municipal jugaban en una improvisada pista creada en un antiguo silo de cereales de la “Cámara Agraria”. El techo no medía más de tres metros y los diferentes terrenos de juego estaban separados por bloques de hormigón. Aquellos “locos” sembraron un futuro lleno de éxito. Juan Antonio Cuesta y los chavales que dirigían entrenaban en esas condiciones y lograron hacerse un sitio en las competiciones provinciales. Por aquel entonces, y gracias al auge que originó que el deporte se estrenara en unos Juegos Olímpicos, el bádminton se fue haciendo un sitio en varios municipios jiennenses. El Badfly de Jaén, que nació en 1987 como club, era la referencia que se siguió en municipios como Alcalá la Real, Úbeda o Guarromán. En Arjonilla, el deporte comenzaba a echar raíces en un proyecto basado en la cantera. De la mano del Colegio Público Félix García Morente, los niños del pueblo comenzaron a entrenar y a competir. Primero, en el ámbito provincial; después, llegaron torneos en Andalucía. “Los buenos resultados iban llegando. Siempre, con los pies en el suelo”, relata Juan Antonio Cuesta Pérez.

En el año 2006, un grupo de aficionados y deportistas decide fundar el club para poder participar en competiciones por toda España. El apoyo del Ayuntamiento y de varias empresas del municipios es fundamental para ello. En esta década, la entidad arjonillera ha cosechado numerosos resultados positivos. Llegaron los primeros títulos y Campeonatos de España. Varios de los jugadores del Bádminton Arjonilla lograron vestir los colores de la selección nacional en sus distintas categorías. “El secreto de nuestro éxito es el trabajo de todos los que formamos parte de esta gran familia. Desde nuestra presidenta y directivos, hasta los técnicos y todos los jugadores y sus familias”.

En esta temporada, el buen trabajo del club ha obtenido una extraordinaria recompensa: la vuelta a la División de Honor, es decir, situarse entre los ocho mejores equipos de España. Fieles a su filosofía de cantera, el club recupera a jugadores formados en sus filas como Juan Blas Villalta y Manuela Díaz para afrontar este torneo. Una competición sobre la que están todos los focos de este deporte, tan de moda ahora por la irrupción de Carolina Marín, la onubense doble campeona del mundo. El Club Bádminton Arjonilla tiene el caldo de cultivo perfecto para emular la fórmula del éxito.

“De Arjonilla puede salir un campeón”
David Cabello |
Presidente de la Federación
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El bádminton español está viviendo días “de vino y rosas”. Los éxitos de Carolina Martín, doble campeona del mundo y de Europa, han catapultado la popularidad de este deporte en toda España. Además, la onubense es una de las firmes candidatas de la delegación española que puede conseguir medalla en la cercana cita olímpica de los Juegos de Río. También estará en Brasil el aragonés Pablo Abián, con opciones de hacer un buen papel y, por qué no, soñar con el metal. El jiennense David Cabello es el presidente de la Federación Española de Bádminton y, en buena parte, artífice también del buen momento que atraviesa su deporte en la actualidad. Desde esa perspectiva, analiza el trabajo que se realiza en el Club de Bádminton de Arjonilla. “Para mí, lo fundamental es la cantera. Estoy seguro de que, si siguen por este camino, de Arjonilla puede salir un campeón como Carolina Marín o como Pablo Abián”, explica Cabello. Eso sí, pidió a los responsables del club que sigan trabajando en la misma línea y a los jugadores que se esfuercen siempre “al máximo”. “Es la única receta del éxito. Trabajar, entrenarse y darlo todo”, explica.

David Cabello considera que el Bádminton Arjonilla es el modelo de club en el que las demás instituciones deben fijarse. “Es el espejo en el que tienen que mirarse, porque saben pulir jugadores desde que su niños, han aprendido a canalizar el talento, a trabajar con él y han formado una estructura técnica extraordinaria, que está dando sus frutos. Ahí está, sin duda, el ascenso conseguido por el equipo a la División de Honor”, sostiene el presidente de la Federación Española, un cargo que ocupa desde hace doce años. Cabello se encuentra muy esperanzado en el papel que puedan hacer los jugadores españoles en los Juegos Olímpicos de Río. “Puede ser el espaldarazo que necesitamos”, concluye.