Revuelto de champiñones

07 may 2017 / 10:51 H.

Existen indicios de que el consumo de champiñones tiene su origen en China y Japón desde hace milenios por su textura, sabor y propiedades medicinales. También los celtas, romanos y griegos conocían sus propiedades medicinales, tóxicas y culinarias. Hoy en día, es un alimento muy común en la gastronomía de todo el mundo por ser un alimento muy versátil y poseer propiedades nutricionales que nos aportan grandes beneficios para la salud. Podemos encontrarlos como tapa, acompañamiento de carnes o pescados, rellenos, con arroz, en crema, en sopa, albóndigas, en lasaña, con pasta, en empanada, con cuscús, en ensaladas, paté, en revuelto, en salsa,... Nos aporta pocas calorías, es muy rico en fibra, vitaminas y minerales. Tienen una acción antioxidante, hepatoprotectora, antiatómica, inmunoestimulante y diurética para nuestro organismo.

Elaboración

INGREDIENTES.

500 gramos de champiñones,

1 cebolleta, 5 dientes de ajo, una loncha de jamón, 1/2 vaso de vino blanco, aceite de oliva virgen extra (AOVE), 1 guindilla, pimienta, hierbas al gusto (perejil, tomillo, romero,...).

PREPARACIÓN.

Si los champiñones están con poca tierra, simplemente, pasar un paño húmedo para limpiarlos. Si no lo estuvieran, cortar parte del tronco, partir en cuartos y lavar en un bol con agua y un poco de zumo de limón, para que queden blancos. Secar con un paño. Cortar la cebolleta y los dientes de ajo en rodajas. En una sartén, dorarlos un poco con aceite de oliva durante 5 minutos, sin dejar de remover. Salpimentar e incorporar la guindilla. Añadir el jamón en taquitos, dar un par de vueltas y verter el vino blanco. Tapar y bajar el fuego. Cocer 15-20 minutos. Apagar el fuego y rociar con perejil fresco picado. Esta receta es ideal para prepararla con antelación. Sólo tendrías que calentar un poco antes de servir.

Consejo: muy recomendable en dietas de adelgazamiento, por su bajo contenido en grasas y su efecto saciante. También durante etapas de crecimiento, embarazo y lactancia, por su contenido en ácido fólico. Y muchos más beneficios para nuestra salud.

En casa los tomamos como “ligailla” o tapeo, en la pasta o una guarnición perfecta para sustituir las patatas fritas. ¡A mis hijos les encanta!