“Tocados” por la espada de la esgrima

El Club Deportivo Esgrima Jaén agrupa, desde el año 2010, a los amantes de esta singular y antiquísima práctica y forma a tiradores que ya cuentan con triunfos obtenidos en competiciones del calendario andaluz

09 jul 2017 / 11:26 H.

Frente al poder del dinero, las dudosas aspiraciones políticas y el pragmatismo imperantes, Jaime de Astarloa defiende la fidelidad, el honor y la honradez como valores inalienables. Astarloa, quijotesco protagonista de la célebre novela de Arturo Pérez-Reverte “El maestro de esgrima”, llevada al cine por Pedro Olea, representa, entre otras cosas, la apuesta por aquello que, pese a no estar de moda ni ser corriente mayoritaria, no por ello merece ubicarse en los márgenes de la historia o en el repertorio de lo desusado. Desde 2010, el Club Deportivo Esgrima Jaén esgrime, precisamente, las bondades de una disciplina que, si bien no moviliza masas, se hace un hueco, poco a poco, en los resortes que activan la afición. El jiennense Juan David Blanco, tirador federado, es el “caballero andante” de esta causa y el responsable de que, en pleno siglo XXI, la provincia cuente con tiradores —nombre dado a los practicantes de la esgrima— reconocidos incluso en el ámbito regional.

Movido por un interés sin antecendentes familiares que saciaba a través de internet, empezó de cero —mejor dicho, de menos cero—, pues tuvo que esperar a alcanzar ese nivel básico docente hasta que la Junta de Andalucía promovió, en 2008, un curso en Mengíbar, impartido por solventes esgrimistas mengibareños residentes en Maracena, en tierras granadinas.

Un año después, y tras competir en diversas convocatorias regionales, obtuvo el nivel 1, que le permitió poner en marcha ya en 2010 —a base de esfuerzo y empeño— la entidad que dirige, preside y le ocupa gran parte de su tiempo en la actualidad. “En los años 60 y 70 había dos clubes importantes de esgrima en Jaén, con el capitán Samper como referente, que era quien daba clases entonces”, aporta Blanco, que añade: “Antes era una disciplina obligatoria en la práctica física de las universidades”. El nuevo milenio cogió a Jaén con este deporte “fuera de juego” y, como en un duelo frente a las circunstancias, el responsable del Club Deportivo Esgrima Jaén se batió contra la realidad y colocó las espadas —única modalidad que se practica en el mar de olivos— al alcance de los interesados en empuñarlas.

A fe que había ganas, porque los cursos que Juan David Blanco y su club imparten, publicitan y organizan cuentan, cada edición, con mayor número de inscritos. A ellos se suman los alumnos de las Escuelas Deportivas Municipales, programa del Ayuntamiento con el que trabaja desde el año 2011.

Para Blanco, la implantación de la esgrima en la provincia jiennense es la historia de una aventura apasionante que le deja el mejor de los sabores de boca, habida cuenta los resultados hasta la fecha: tiradores de aquí que ya compiten en campeonatos de nivel e incluso preseas y primeros puestos, que lo dejan “touché” por la emoción.

organización. Constituido legalmente como club deportivo, el “Esgrima Jaén” se nutre de las cuotas de sus componentes y, para la organización de las pruebas que celebra anualmente en el mar de olivos, de la ayuda municipal —el Ayuntamiento sufraga el coste de los trofeos para los ganadores— y la generosidad de los patrocinadores que apoyan estas citas. Aunque la entidad no cuenta con sede propia, las instalaciones del instituto de Educación Secundaria Jabalcuz son, por ahora, la mejor pista de entrenamiento para los tiradores de espadadel Santo Reino, a las que se une La Salobreja en el caso de las Escuelas Deportivas Municipales. “En Jaén no hay instalaciones para ubicar pistas fijas, pero la verdad es que nos gustaría mucho tener un pabellón propio”.

A falta de una quimérica sala de armas —que así es como se llaman los recintos donde se ejercita esta vistosa modalidad— y de establecimientos comerciales en los que hacerse con el equipamiento necesario para la lucha, la recompensa moral para Juan David Blanco es enorme, pues el número de esgrimistas que forman parte ya de su club roza la cincuentena y el palmarés acumulado por sus pupilos incluye dos bronces, una plata y un oro conseguidos en reñidas competiciones andaluzas. “Hay gente de Torredelcampo, Mengíbar, Los Villares y de Jaén capital y cuando vamos a las pruebas, dicen: ‘cuidado, que están aquí los de Jaén”, asegura Blanco, sastisfecho con el nivel de evolución experimentado en el campo de la esgrima de esta tierra y la demanda de clases llegadas desde diferentes municipios jiennenses, que no ha podido atender por motivos de organización.

Sin embargo, la oferta bien merece recorrer unos cuantos kilómetros si se atiende, por ejemplo, a la celebración de jornadas en pro del deporte del sable y el florete, como las impartidas por el nivel 3 Manuel Martínez el pasado enero.

El club que dirige Juan David Blanco es, también, el encargado de que, cada año, la capital de la provincia se convierta en escenario idóneo para una prueba del campeonato andaluz. De esta manera, la ciudad acoge a más de un centenar de tiradores, directores federativos y aficionados que, además de alentar la práctica de la esgrima en el Santo Reino, dejan dulces “cicatrices” económicas en el sector hostelero. En 2016, en el mes de noviembre, se desarrolló, nuevamente con brillantez, la cuarta edición de la cita jiennense con el más caballeresco de los deportes.

Respetuoso con los pioneros provinciales, el club jiennense ha contado, en diferentes ocasiones, con grandes nombres de la espada de aquí de otros tiempos, como Pedro Arriaga —que llegó a ser campeón de Andalucía de florete— o Juan Galiano, que actualmente “esgrime” la raqueta como entrenador de tenis pero que, en su día, practicó con soltura la esgrima, para poner en valor sus trayectorias y homenajearlos con la entrega de trofeos a los ganadores.

historia. Los primeros manuales para la práctica de la esgrima en Europa aparecieron a finales del siglo XVI, pero no sería hasta tres centurias después cuando se constituiría como deporte, una vez que la utilización de las armas blancas cayó en desuso en el ámbito de la defensa personal, con la desaparición definitiva de los duelos, tan frecuentes en otros siglos. El celebérrimo barón Pierre de Coubertin, también tirador y considerado el fundador de los Juegos Olímpicos modernos, incluyó las modalidades de sable y florete dentro de las competiciones fundacionales que se celebraron en el año 1896, y en 1900 añadiría ya la espada. Por su parte, el primer campeonato del mundo de esta disciplina tuvo lugar en Londres, en 1956, cuarenta y tres años después de la creación de la Federación Internacional de Esgrima.

Modalidades
idcon=12840634;order=17

A la hora de competir, los tiradores de esgrima se distribuyen en modalidades según sus edades. Así, M-10, M-12, M-15, M-17 y M-20 agrupan a los diferentes grupos cuyo límite de años indica la cifra que acompaña a la letra. También existe una categoría absoluta, que incluye los esgrimistas que superan la veintena. Algunas competiciones tienen modalidades propias de veteranos, en las que toman parte tiradores que superan una edad avanzada pero que todavía practican este deporte. La franja de edad de sus practicantes más jóvenes en la provincia jiennense es de las más premiadas.

Preparación física

La práctica de la esgrima no requiere, “a priori”, una preparación física específica. No existen límites reglamentarios que acoten el peso máximo o mínimo de quienes participan en los asaltos —nombre que se da a cada una de las “luchas”—. Juan David Blanco asegura que no es este un deporte “agresivo” en cuanto al esfuerzo que se realiza al practicarlo, pero que tampoco está exento de actividad física. Las armas que se manejan —espadas, en el caso de Jaén—, sables y floretes, son ligeras, pues los reglamentos establecen una horquilla entre los quinientos y los setecientos cincuenta gramos.

Disciplina unisex

La esgrima era una práctica propia de hombres y mujeres ya en el siglo XVI, si bien la participación femenina en los Juegos Olímpicos no se consintió hasta el año 1924. Incluso se achaca a un duelo el característico parche de la princesa de Éboli. Actualmente personas de ambos sexos compiten en las salas de armas. Entre las féminas jiennenses que destacan espada en mano se encuentra María Alba, que en la fotografía de la izquierda aparece durante la Gala del Deporte de Diario JAÉN, en la que la jovencísima tiradora recibió una distinción. Tiene quince años tan solo, pero ya es una verdadera promesa.

Asequible al bolsillo

Pese a su halo aristocrático, la esgrima no es un deporte que requiera un desembolso muy elevado para su práctica. El equipamiento básico completo puede adquirirse desde, aproximadamente, ciento ochenta euros incluyendo el traje en su totalidad, pasante —cable eléctrico que une al tirador al sistema que delata el toque—, la espada, la careta y los guantes. Eso sí, en Jaén no es posible comprarlo en tienda alguna por ahora, por lo que los interesados en esta disciplina se ven obligados a adquirirlo fuera o vía internet. Existen, además, otros complementos recomendables para ella y él, como la coraza o la coquilla.