Una cita con la suerte

Tan solo quedan cuatro días para la celebración del sorteo más esperado y, aunque el premio conocido como El Gordo ha esquivado tradicionalmente a la capital, sí que se ha “dejado caer” en varios municipios de la provincia

18 dic 2016 / 11:14 H.

Solo quedan cuatro días. Comienza la cuenta atrás para el ansiado sorteo de la Lotería de Navidad de 2016. Una cita especial no solo porque el próximo 22 de diciembre se repartirán 2.310 millones de euros entre un grupo de agraciados que, un año más, elegirá el azar, sino también porque supone, oficialmente, el inicio de la celebración de la Navidad.

Es “El Gordo” el que todos quieren. Un número que, a cambio de solo un décimo de 20 euros, puede hacer ganar a quien lo tenga una cantidad de 400.000 euros. Ese premio ha esquivado tradicionalmente a la capital jiennense desde sus orígenes, hace 204 años, allá por el siglo XIX. En cambio, sí que se ha “dejado caer” en diferentes municipios de la provincia. En el caso de Linares, hasta en dos ocasiones: en los años 1918 y 1961.

Más reciente fue el caso de la comarca de Beas de Segura, donde se vivió, en el año 2004, una situación que bien podría haber inspirado el tradicional anuncio de la Lotería de Navidad. Según recuerda Javier Carrillo, gerente del Hotel Avenida, el panadero Juan Antonio Herrera Sola, más conocido como “El Perolillas”, repartió entre sus clientes 180 millones de euros. A cada persona que compraba el pan —que repartía por pedanías, cortijos y pueblos— le entregaba un décimo del sorteo que muchos dejaron fiado, con un número que difícilmente olvidarán: el 54600. También envió a Benidorm (Alicante), Linares y Granada. Porque él lo tenía claro: no quería que ninguno de sus clientes se quedara sin premio en caso de que les tocara. El Gordo dejó 900 boletos premiados. Fue, además, el más madrugador de la historia, puesto que salió tan solo a los tres minutos del comienzo del sorteo.

“Nosotros vendimos algunos en el bar, y como en el hotel tocó a mucha gente y fue realmente temprano cuando salió la bola, lo festejamos a lo grande y las fotos las hicimos a las puertas del establecimiento. Fue una alegría enorme, porque lo mejor que tuvo ese premio es que realmente fue muy repartido”, explica Carrillo.

Un dinero que cayó como “agua de mayo” en la comarca y que hizo que, en la mayoría de las ocasiones, que la crisis que llegó tan solo unos años más tarde se llevara en Beas de Segura “mucho mejor”. “A pesar de que han pasado doce años, se recuerda mucho ese día. Y también las historias que surgieron de gente que compartió el premio, de amigos que se perdieron, de otros que se hicieron nuevos, o de vecinos que creían que le había tocado y luego no”, dice.

Al año siguiente, reconoce, se gastó en la comarca de Beas de Segura más dinero en lotería que en todo el país, y aún en la actualidad los números que lleva el panadero se venden en tan solo dos meses.

“Nosotros buscamos todos los años la lotería de ‘El Perolillas’ y jugamos con la misma ilusión e, incluso, se podría decir que hasta más. Porque ya sabemos cómo es, que realmente es posible que toque”, afirma por su parte Víctor Sánchez, un vecino de Puente de Génave que compró el 54600. Y no solo él, sino también otros miembros de su familia, entre las que se encuentra su madre. “Te cambia la vida por completo, porque, gracias a eso, pudimos hacer una casa y el negocio lo pusimos más en orden. Lo más importante es que nos quitamos la hipoteca, con lo que estamos más ‘sueltos de pierna”, afirma.

Lo mejor del premio, recuerda, es que fue repartido entre muchos conocidos que, como en su caso, afirma que lo necesitaban. Y, como curioso, destaca que fue el último año que el premio era íntegro, con lo que los ganadores no tuvieron que pagar nada a Hacienda. “Recuerdo mi casa llena de gente, unos llorando, otros riendo... esa imagen se quedará para siempre grabada en mi cabeza”, concluyó Sánchez.

Cuatro años más tarde, en 2008, la administración número uno de Quesada repartió tres millones de euros del Gordo del sorteo extraordinario de Navidad, al vender diez décimos del número 32365. Según explicó entonces el responsable, Ignacio Vargas, que no ocultaba su emoción, esa es la “asignatura pendiente” de todas las administraciones de loterías del país.

El último año que la provincia recibió parte de la lluvia de millones del primer premio del Sorteo de Navidad fue en 2013, cuando el “Gordo” se vendió parcialmente en Bailén y en Huelma. En el caso de Bailén, desde la administración de Loterías número 3, “El Romerito”, su empleada Lola Mira afirmó que todavía se le pone el “vello de punta” al recordar ese día. “Es algo que no olvidaremos en la vida. Era la primera vez que El Gordo caía en Bailén y, aunque en nuestro caso no habíamos cogido ese número, la alegría por ver que le había tocado a los vecinos y a gente cercana era inmensa”, afirma.

El número premiado fue el 62246, del que tenían quince billetes, de los que devolvieron entre dos y tres. Así, estiman que se repartieron unos 50 millones de euros. Una cuantía nada despreciable en uno de los municipios que más ha sufrido los efectos de la crisis económica y muy castigado por el desempleo, al tener el ladrillo como una de sus principales actividades económicas. La celebración fue sonada, con centenares de vecinos en la céntrica calle en la que se ubica la administración, y, como dice el refrán popular que “la suerte llama a la suerte”, tan solo un año después también repartieron un cuarto premio de la Lotería de Navidad.

En el caso de Huelma, la administración de Loterías Juanito, que comenzó su andadura allá por el año 1969, fue la encargada de repartir, a través del número 62246, cuatro millones de euros. “Yo estaba siguiendo el sorteo y llevaba 90 series de un número muy parecido al que resultó premiado con El Gordo, el 52246. La única variación era que empezaba por cinco, y cuando lo miré pensé que se me había escapado. De hecho, me llamaron en varias ocasiones para preguntarme y les dije que no, hasta que me di cuenta de que también llevaba una serie de ese número que se vendió íntegra, de la que no se devolvió nada”, recuerda la lotera, Nieves Quesada.

A pesar de tratarse de una cantidad pequeña, aunque nada despreciable, afirma que se levantó un “revuelo” importante en el municipio que será complicado de olvidar. “La verdad es que nada más recordarlo siento una gran alegría. Porque aunque a lo largo de la historia de la administración hemos dado bastantes premios, yo creo que como el de la Lotería de Navidad no hay ninguno”, reconoce Nieves Quesada.

Ahora, a unos días del sorteo, tan solo queda esperar que la suerte se deje caer una vez más por la provincia y que se puedan vivir de nuevo imágenes de celebración como las anteriores.

Una lluvia de millones
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El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad repartirá el próximo 22 de diciembre 2.310 millones de euros (70 más que en 2015). El primer premio, conocido como “El Gordo”, estará dotado de 660 millones de euros (cuatro millones por serie); el segundo, 206,25 millones (1,25 millones por serie) y el tercero 82,50 millones de euros (500.000 euros por serie). Por lo general, según explican desde Loterías y Apuestas del Estado, los últimos días aumenta mucho la venta de los décimos que, por lo general, se eligen en función de fechas concretas, terminaciones preferidas o números de la suerte.

Aumento de billetes

La facturación del sorteo aumentó en 2015 un 4,54 por ciento (ascendió a 2.583 millones), siguiendo la tónica de 2014, cuando también se incrementó un 4,62 por ciento. Así, en los dos últimos años ha subido en torno a un 9 por ciento. Este aumento de la demanda es el que ha hecho que también suba este año la emisión de billetes hasta las 165 series. El sorteo ascenderá, así, a 3.300 millones de euros, de los que 2.310 millones —el setenta por ciento— se distribuirán en premios. El treinta por ciento restante del máximo recaudado irá destinado para los gastos de gestión, la administración y el Tesoro Público.

Fiel a la tradición
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El sorteo, de tres horas y media de duración aproximada, se celebrará en el Teatro Real de Madrid por el sistema tradicional, es decir, con un bombo para números y otro para premios. Uno de los símbolos de la cita con la suerte son los niños de San Ildefonso, que se encargan de cantar, literalmente, los premios. En total, serán más de una veintena de pequeños de entre 9 y 14 años, elegidos por su buen timbre de voz y su clara pronunciación, los que después de muchos meses de ensayos y nervios repartan alegrías a unos cuantos ciudadanos, de cualquier lugar del mundo, en el sorteo del próximo día 22.

Una imagen cuidada

Como cada año, se ha elegido una imagen navideña para ilustrar cada uno de los décimos y, en esta ocasión, se ha optado por una reproducción del retablo de madera policromada del siglo XV y de autor anónimo, conocido como “Nacimiento flamenco”, que se exhibe en la Catedral de Santa María de León. Casi una tradición se ha convertido también el tradicional estreno del anuncio del Sorteo Extraordinario de Navidad de la Lotería de Navidad, para el que en los últimos se ha utilizado desde la animación hasta los actores reales. Lo más importante, explican desde Loterías y Apuestas del Estado, es lanzar un buen mensaje.