Una familia de 400 jugadores

Jugadora y árbitro internacional

24 abr 2017 / 18:43 H.

El Jaén Rugby vive momentos de felicidad y de plena consolidación. El trabajo realizado en las últimas temporadas da unos resultados positivos al contar con equipos en todas las categorías: sub 6, sub 8, sub 10m sub 12, sub 14, sub 16, sub 18, sénior, universitario, femenino y veterano. Esto se traduce en una familia que está formada por unos 400 jugadores. Cada entrenamiento o partido que se celebra en el campo de Las Lagunillas es una fiesta. La junta directiva y el cuadro técnico no deja nada a la improvisación. Todo es un trabajo calculado hasta el último milímetro. Las concentraciones de los más pequeños son una fiesta con la presencia de familiares y amigos que disfrutan con las evoluciones de las futuras estrellas del conjunto sénior. Este es uno de los objetivos del presidente, Eduardo Sánchez Godoy. “Los cimientos se construyen para tener en el futuro un equipo en División de Honor B integrado por jugadores formados en las categorías inferiores. Son deportistas que acreditan unas extraordinarias condiciones gracias a la formación que reciben”, destacó. Sus esperanzas se basan en el potencial de los conjuntos sub 16, que la pasada campaña fue subcampeón de Andalucía, sub 18 y sub 14. A este hecho se une que el colectivo sénior se quedó a un paso de ganar la Liga Regional. Terminó segundo después de caer derrotado en la final contra el Universidad de Granada, partido jugado en el Rincón de La Victoria (Málaga). Esta posición le permitirá disputar las eliminatorias de ascenso a División de Honor B, una categoría a la que renunció hace unas campañas por dificultades financieras al suprimirse el Programa Estrella de la Junta de Andalucía, que reportaba 35.000 euros anuales y sufragaba parte de los dieciséis partidos de Liga, como admitió el máximo responsable del club.

Ahora, está encuadrado en el mismo grupo que los equipos madrileños del CAU y el Majadahonda y el Badajoz, aunque, de momento, desconoce el rival en el primer cruce. Esa labor con la gente joven motiva que varias promesas hayan debutado en el colectivo sénior, como Felipe Víbora o Jaime de Castro. “Estamos en el camino correcto y esta es la línea a seguir en el futuro, porque la gente joven se ha dado cuenta de la seriedad del proyecto y de las ganas que tenemos por seguir creciendo”, comentó el presidente. Otra de las señas de identidad del club es su sección femenina. Cuenta con un colectivo sénior que no para de crecer y esta campaña dispone de un equipo de rugby a 15 e, incluso, una de sus jugadoras, Elena Teruel Ingelmo, fue convocada por la selección andaluza. La entidad se caracteriza por el poder de convocatoria en cada actividad que organiza. Una de ellas fue el segundo Trofeo Día de la Mujer, actividad en la que participaron seis conjuntos y en el que se reivindicó la incorporación de la mujer al deporte. Participaron, además del equipo organizador, el Correcaminos, el Miguelturra de Ciudad Real, el Veleta granadino, el Atlante de Úbeda y el URA. El equipo ha competido esta temporada en concentraciones y en torneos disputados en Linares y Granada con marcadores satisfactorios que demuestran que la progresión es esperanzadora. “El Trofeo del Día de la Mujer pone de manifiesto que es una actividad plenamente consolidada, pese a que solo se registran dos ediciones celebradas, dados los índices de participación de los equipos y la masiva asistencia de espectadores en el campo de Las Lagunillas”, hizo hincapié el máximo responsable.

La experiencia puesta en marcha en La Carolina, con dos internacionales españoles en categoría sub 28, Alejandro Marqués y Damián Jurado, se ha trasladado a Jaén en el Campo de Las Lagunillas, donde trabajan desde hace nueve años con resultados esperanzadores. En ese recorrido de treinta años presenta un hecho irrefutable: el cariño y la pasión por el balón ovalado, en un deporte que nació en el siglo XIX en el Reino Unido, pero que ha alcanzado una universalidad absoluta con el Torneo Seis Naciones o el Mundial, una lucha entre los combinados de todos los continentes. Es la belleza del rugby, en el que la convivencia es un elemento fundamental que lo diferencia de los otros deportes. El tercer tiempo es un ejemplo constatable y donde el equipo jiennense participa de forma activa. ¿En qué consiste? Es una tradición del rugby por la cual despues de finalizar el encuentro (de dos tiempos o partes), los contrincantes se encuentran para compartir una bebida y una comida, bromear y cantar grupalmente, como excusa para confraternizar y suavizar las fricciones que surgen en los partidos. Esta es la grandeza de este deporte y en la que el Jaén es un ejemplo.

“ejemplo de superación”