El paro saca a 300 personas a las calles en una protesta
El Ayuntamiento recibe 75 currículos en la oficina de atención
Al menos 300 personas acudieron, ayer por la mañana, a la puerta de las oficinas del Ayuntamiento de Linares, en la calle Hernán Cortés, en forma de protesta pacífica ante la grave situación que vive la ciudad, recientemente calificada como la que arrastra la mayor tasa de desempleo de todo el territorio español (44,5 por ciento).
La concentración, convocada a partir de las diez de la mañana por el colectivo “Linares se mueve”, circuló como la pólvora durante toda la semana a través de las principales redes sociales y los distintos sistemas de mensajería instantánea.
De esta forma, se consiguió reunir a esos más de tres centenares de vecinos indignados por las duras condiciones que atraviesan en el día a día. “Desde que lanzamos la convocatoria, hemos pretendido reunir al mayor número de personas posibles porque ya no soportamos la situación de paro por la que atraviesa Linares. El objetivo es expresar nuestra disconformidad y que nos escuchen para que haya trabajo”, afirmó la portavoz del movimiento “Linares se mueve”, Estefanía Carriquí.
Desde este colectivo, se exige a la clase política una mayor acción, con propuestas concretas y reales, que tengan como objetivo mejorar los nefastos números y acabar con la sensación de pesimismo que se vive en la ciudad. Un negatividad a la que se le ha sumado, en la última semana, el momento de incertidumbre que viven los 54 trabajadores de la empresa Aeroepoxy Composites, que se encuentra en situación de preconcurso de acreedores y cuyos empleados atraviesan un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
La concentración fue especialmente respondida por los extrabajadores de Santana Motor, empresa cuyo cierre supuso el principio de la caída libre de la economía linarense, que portaron pancartas con lemas como “No hagáis que los linarenses se levanten, porque entonces no habrá quién los siente”. Otras, como la de la Asociación de Vecinos Estación de Almería, rezaba: “Juntos somos más”, y del mismo modo se observaron varias banderas con los colores de la ciudad de Linares. Desde la campaña, se pidió a aquellos que acudieran a la concentración que llevaran su currículo con el objetivo de “demostrar a este Ayuntamiento que los linarenses quieren trabajar y están capacitados para ello”. De este modo, en las oficinas de Atención al Ciudadano del Consistorio de Linares se llegaron a acumular en el día de ayer un total de 75 documentos.
Pero las protestas no solo fueron dirigidas a la Administración local, sino que también se enfocaron hacia el Gobierno y a la Junta de Andalucía, que fueron señalados como culpables por la situación que atraviesa el municipio linarense. De este modo, las exigencias por parte de las personas reunidas ante la sede local no quisieron hacer distinción de colores o partidos políticos y repartieron responsabilidades entre todos.
La concentración continuó con la lectura de un manifiesto, por parte de la portavoz del colectivo organizador de la protesta, en forma de carta abierta a los gobiernos municipal, autonómico y central. Tras la lectura del mismo y antes de abandonar los alrededores de las oficinas del Ayuntamiento de Linares, Estefanía Carriquí advirtió que a la concentración de ayer se le unirán otras intervenciones hasta que se saque adelante a la sociedad linarense. No obstante, el movimiento ciudadano espera una respuesta de la clase política que aún no se ha producido.
El momento central de la protesta ciudadana fue la lectura de una carta abierta dirigida al Gobierno central, la Junta de Andalucía, el alcalde y los 25 concejales del Ayuntamiento de Linares. En ella, se comenzó por valorar la intervención del Gobierno central como “basada en sus propios intereses partidistas”. Del mismo modo, señalaron a Andalucía como “una de las regiones más castigadas por el desempleo, la crisis y la desigualdad social”.
Pero, el foco del análisis se lo ha llevado la ciudad de Linares. “Un número importante de linarenses hemos decidido agruparnos para reivindicar y denunciar el estado en que se encuentra la ciudad. En un pasado no muy lejano, fuimos una economía fuerte, pero las intervenciones de los últimos años han desembocado en una situación del 44,5% de paro, que nos sitúa como la novena ciudad más pobre del país”, dictó el comunicado. Tras denunciar el cierre de comercios menores, el descenso de la población en casi 3.000 personas, el éxodo juvenil y las pocas perspectivas de futuro, el movimiento centró sus exigencias en tres puntos: empleo de calidad igualitario, formación correspondiente en relación a las demandas de trabajo y reparto de las ayudas sociales de forma equitativa.