Comedor de Cáritas, luz a un gran proyecto
El futuro comedor social de Cáritas, uno de los proyectos más anhelados por la organización solidaria en la ciudad, será una realidad en tan solo dos meses. Las obras de construcción de este nuevo espacio, ubicado junto a las dependencias parroquiales de San Agustín, culminarán, según las previsiones iniciales, en septiembre. El ritmo de los trabajos, que arrancaron a finales de mayo, es intenso, ya que el objetivo principal es que las instalaciones comiencen a prestar sus servicios a la mayor brevedad.
“Para mediados o, como mucho, finales de septiembre tiene que empezar a funcionar el comedor. Al menos, lo básico para poder realizar la atención primaria a los necesitados, como la cocina, el salón y los baños. Esta primera fase de ampliación conlleva la tabiquería y fontanería, la instalación eléctrica y el embaldosado. Pero vamos a buen ritmo y esperamos cumplir los plazos”, explicó María del Carmen Fernández, presidenta de Cáritas Interparroquial.
Las labores que se están acometiendo actualmente se centran en la planta inferior del edificio, una zona que también albergará baños completamente equipados con duchas, una sala para recibir a los usuarios y en la que podrán dejar sus pertenencias mientras cenan, así como almacenes y otras dependencias. Una vez se finalice esta obra, que es la que más urge a la organización linarense, se acometerán las reformas de la planta superior, donde se ubicarán aulas para la realización de talleres.
La cuantía económica para la ejecución de la primera fase del proyecto asciende a unos 40.000 euros, fondos que “ya están cubiertos” por parte de Cáritas, gracias a la “importante colaboración” que numerosas personas particulares, colectivos y asociaciones linarenses han prestado en los últimos años.
“El resto del proyecto, que va por buen camino también, se irá haciendo conforme vayamos pudiendo, ya que pagamos a razón de lo que tenemos. Está costando muchísimo trabajo sacar adelante el comedor, ya que todo va a fuerza de pedir y de recibir colaboraciones. Los linarenses están ayudando mucho para hacerlo una realidad, ya que se han hecho diferentes eventos para recaudar fondos y todas las hermandades y cofradías han aportado su esfuerzo”, afirmó Fernández.
Actualmente, por cuestiones de falta de espacio y de infraestructura, los responsables y voluntarios del comedor social, que opera en las dependencias de San Agustín, han tenido que reducir su atención a personas indigentes sin hogar y transeúntes. De esta manera, se dispensan alrededor de unas cuarenta cenas diarias, que están compuestas por un plato de comida casera y saludable, pan, postre y leche.
solidaridad. Al margen del proyecto del comedor, de gran envergadura en materia económica, Cáritas Interparroquial Linares continúa con sus campañas habituales de ayuda con las personas más necesitadas de la ciudad. Así, las redes sociales se han convertido en un importante vehículo para el desarrollo de las campañas de donación de alimentos y ropa.
Actualmente, según datos aportados por la secretaría de la organización, son 1.259 familias las que necesitan colaboración de Cáritas. Esa cifra se traduce en más de cinco mil personas en la ciudad.