La asociación de Santa Ana, a la espera de nueva reparación

Una obra muy costosa que ahora presenta deficiencias que deben solventarse

07 ene 2019 / 11:30 H.

Una asociación, de nuevo, con problemas de infraestructuras. El colectivo de vecinos del barrio de Santa Ana se encuentra con algunas deficiencias en su sede tras una intensa reforma muy necesaria para su funcionamiento. Uno de los salones comenzó a presentar muy mal estado a causa de las goteras y humedades que comenzaron a producirse, hasta tal punto que hubo que suspender las actividades deportivas y culturales que allí se realizaban y apuntalar el local.

Han pasado seis años desde entonces, hasta que, al fin, llegaron los fondos Edusi —de procedencia europea y municipal—, de los que se invirtieron, gracias a la gestión del Ayuntamiento, más de 30.000 euros. El pasado mes de octubre se daban por acabadas las obras, que consistieron en picar los techos, incorporar y reforzar vigas, la instalación de iluminación de led y un tratamiento antideslizante del suelo. Se pusieron en marcha los procesos de inscripción para las actividades que iban a llevarse a cabo, para poner en marcha cuanto antes esta sede.

Cuál fue la sorpresa de los vecinos y miembros de este colectivo cuando vino una época de lluvias y descubrieron que los techos volvían a humedecerse y la pintura de los rodapiés comenzaba a despegarse. Al parecer se produjo a causa de un patio al que da el propio tejado de la sede, que los vecinos deberían haber aislado del agua. El local de la sede es propiedad del Ayuntamiento y tras varias visitas de los técnicos comprobaron las deficiencias de la obra. A pesar de todo, las actividades pueden llevarse a cabo y la asociación se encuentra a pleno rendimiento, a la espera de que se puedan solventar estos problemas.

Alfonso Gea, presidente de la asociación, comenzó los trámites para dar parte al seguro sobre las nuevas humedades y, al parecer, están a la espera de reunirse con el equipo de Gobierno para ver qué solución puede darse al problema. Solicita que no se de por terminada la obra por parte del Ayuntamiento y que se pidan responsabilidades a la empresa que acometió esta reforma, que tiene la obligación de reparar estos defectos. También, como propietarios del local, deben exigir a los vecinos de la terraza superior, que coloquen una tela asfáltica que impida que cale el agua de nuevo en las dependencias de la asociación, ya que al no ser propiedad de esta Administración no pueden hacer nada a este respecto.

Una vez terminadas las fiestas navideñas, están previstas reuniones con los responsables del área, así como con los técnicos pertinentes para organizar un modo de intervención para que la sede pueda encontrarse reformada en su totalidad y al uso de los vecinos. Una forma, dice Alfonso Gea, de promover la actividad del barrio, que pasa por una situación bastante difícil por la poca actividad en la zona tras el cierre de la empresa Santana Motor. El presidente no quiere mezclar este asunto con cuestiones políticas, ya que una cosa nada tiene que ver con la otra. A su juicio, algunos concejales han querido crear polémica. Acaba: “Nosotros lo único que queremos es trabajar por nuestra asociación y dar un empujón al barrio para que los vecinos tengan la mejor calidad de vida posible y puedan realizar en la sede todas las actividades culturales y deportivas”.