La universidad concede el premio “Natural de Jaén” a Fanny Rubio

La institución académica valora su trayectoria y proyección fuera de la provincia

30 nov 2018 / 11:17 H.

Como un olivo que soporta olas de calor extremo y las temperaturas más bajas pero que, al final, siempre da el aceite, santo y seña de la provincia jiennense. Así es la escritora Fanny Rubio, que ayer recibió el premio Natural de Jaén por su trayectoria, ligada al mundo de las letras y la docencia, ya que, entre otras cosas, escribe ensayo, novela y poesía, y enseña en la Universidad Complutense de Madrid, de la que es catedrática.

Fanny Rubio mostró, durante el acto de entrega, su emoción, así como su doble agradecimiento y la satisfacción de que fuera en la ciudad que la vio nacer, Linares, donde la Universidad de Jaén tuvo a bien entregarle un galardón que incluye a Rubio en el selecto club al que ya pertenecen otros como Juan Eslava o Carmen Linares. En su intervención, la reconocida y polivalente escritora instó a todos los jiennenses a “resistir”, así como a “reconocer su pasado, presente y futuro”. El acto se celebró en el Salón de Grados del edificio de Servicios Generales del Campus Científico Tecnológico de Linares y contó con la presencia, como no podía ser de otra manera, de Juan Ortega, rector de la Universidad de Jaén (UJA); el ex ministro de Cultura, César Antonio Molina Sánchez; María Dolores Rincón, vicerrectora de Proyección de la Cultura y Deportes, y el escritor Juan Manuel Molina Damiani, amigo, además, de Fanny Rubio. La homenajeada recibió elogios por parte de los invitados, que no dudaron en resaltar su figura en una literatura marcada por el yugo feminista. Todo fueron honores para Rubio, que tras los discursos de Ortega, Molina y Damiani, tomó el turno de palabra para dar las gracias a una universidad, la de Jaén, que “sin ser la suya, es la que le pertenece”. Asimismo, contó a los asistentes su periplo universitario en la provincia de Granada, donde cursó sus estudios. “Aún no existía la de Jaén, que es la que me pertenecía, y me habría gustado vivir esa experiencia aquí, cerca de mi tierra y de Linares, pero no pudo ser. Con este premio la Universidad de Jaén pasa a ser la mía”, aseguró la escritora. Unas palabras que Ortega subrayó, así como la proyección y el trabajo de Rubio, un bagaje que le vale a la docente para recibir el premio Natural de Jaén tanto por toda su trayectoria literaria como por la proyección de su obra dentro y fuera de los límites provinciales.

Tras las intervenciones de los componentes de la mesa, se dio paso a la proyección de un vídeo que, a modo de biografía, repasó la obra, vida y milagros de Rubio a través del género periodístico de la entrevista, realizada por César Antonio Molina. Las imágenes, de apenas 40 minutos de duración, dejaron a los asistentes con ganas de saber más sobre las aventuras de esta escritora que, aunque de Linares, ha trotado por todo el mundo como buena “nómada” que es y se considera. En este sentido, la docente no es, para nada, un ejemplo de unidimensionalidad. Al menos así lo considera ella, que a lo largo de su vida “ha abierto muchas líneas paralelas”. “No me he dedicado solo a una cosa, sino que he hecho algo que, según uno de mis referentes, Camilo José Cela, en España estaba mal visto, y es ser más de una y de dos cosas al mismo tiempo”, indicó Rubio. Es por esto que el hecho de haberse convertido en profeta en su tierra, algo meritorio y muy difícil, llega a un grado mayor de complejidad en su caso, puesto que, dedica su vida a muchas facetas y, por si eso fuera poco, en todas es referente.

Por otro lado, el rector no dudó en mostrar el orgullo que siente la Universidad de Jaén por darle un reconocimiento “muy merecido”, y es que Rubio es una figura más que universal en lo suyo y lleva el nombre de la provincia de Jaén a todas partes del mundo. Así, y con el cariño de los asistentes, Ortega procedió a hacerle entrega a la poetisa de la estatuílla, o estatuón, que desde ayer hace ondear una insignia más en la bandera de la Universidad de Jaén, que no es otra que la genialidad de mentes y artistas brillantes que nacieron y llevan el mar de olivos en lo más profundo de sus corazones allá por donde van. Rubio es ejemplo de muchas cosas, pero sobre todo de mujer comprometida con temas como la igualdad, la justicia y las letras. Todo quedó más que claro en el homenaje hacia su persona, lleno de sentimiento y en el que, más que entre profesionales de su sector, se encontró entre amigos.

Fanny Rubio no quiso dejarse nada en el tintero y, en referencia a la provincia de Jaén, dejó caer algún que otro dardo. “Hemos sido y somos una gente muy capaz, constante, resistente y con una fuerza interior muy grande, pero con cierta modestia en relación a las provincias que nos rodean, tal vez por el tema monumental o el reparto del presupuesto o quizás por la parada de los trenes de alta velocidad. Jaén es la que resiste, la que tiene ese olivo”, dijo Rubio, quien defiende a ultranza la tierra de plomo y aceite donde pertenece.

Por su parte, el rector de la UJA, tras proceder a la entrega del premio, aseguró que la institución académica y él mismo, se sienten “enormemente satisfechos, así como profundamente honrados con la incorporación al plantel de personajes ilustres que forman parte del patrimonio tangible de la Universidad de Jaén”. Asimismo, recordó a todos y cada uno de las maravillas que tienen con orgullo en su haber el Premio Natural de Jaén. Hasta el momento tienen este galardón el investigador José López Barneo, la cantaora Carmen Linares, el escritor Juan Eslava Galán, el investigador Tomás Palacios Gutiérrez, el arquitecto Luis Berges Roldán, el empresario Luis Vañó, el también investigador Francisco Herrera, el cineasta Miguel Picazo y el periodista Antonio Caño. Desde hoy, las letras y la labor de Rubio pasan a ser parte de este club de personajes, nacidos o entroncados en Jaén, que destacan por su magnífica labor en diferentes ramas del saber, del arte o el conocimiento.

Un homenaje con colegas del gremio, pero todos amigos

Que Fanny Rubio es toda una experta en lo suyo está claro. Aunque, por si fuera poco, la poetisa y escritora destaca como persona. Así quedó patente en el acto homenaje que organizó la Universidad de Jaén, al que se acercaron decenas de amigos y conocidos de la escritora. Todos mostraron con besos, abrazos y palabras el cariño que le profesan a la linarense que, a buen seguro, se lo ha ganado con creces. Más que colegas de profesión, los que llenaron el salón de grados eran amigos de la polifacética docente jiennense.