Las aulas se quedan pequeñas

El colegio San Joaquín organiza un día de convivencia para hablar de los hábitos saludables al aire libre

15 feb 2018 / 09:21 H.

Tres centenares de alumnos, los del “San Joaquín”, se congregaron en el Paseo de Linarejos para celebrar “el día del corazón con una vuelta de tuerca”. De esta manera define el presidente de la Sociedad Cooperativa Andaluza Colegio San Joaquín, Francisco Javier Cruz, una jornada llena de compañerismo y conocimientos. “Jugamos un poco al despiste, ya que celebramos San Valentín con el corazón pero desde otro punto de vista”, asegura un responsable que reconoce dejar de lado la parte emocional para que todos los estudiantes se acuerden, “de corazón”, de la vida saludable y de la adquisición de hábitos para ello. “Queremos enseñar esto con el deporte, así como a través de la prevención de enfermedades cardiovasculares”, apunta Cruz.

Las actividades, explica el presidente, giran en torno a un eje principal. “Se trata de una gran carrera en la que participan todos los niños del centro, eso sí, divididos en categorías según su curso”, afirma el responsable. Así, como clausura de la jornada, los ganadores recibieron los trofeos que acreditan su victoria en una competición en pro de la salud.

En palabras de Cruz, con este tipo de actividades se persigue “inculcar rutinas saludables en los más pequeños”. En definitiva, una iniciativa que responde a la propia naturaleza del centro. “Somos un colegio que pretende romper con los viejos clichés de la educación”, dice un director para el que “las aulas se quedan pequeñas”. “No podemos inculcar hábitos de vida saludables en una clase. Está bien que lo hablemos, pero tenemos que ofrecer este tipo de vivencias a los chavales”, asevera Cruz acerca de una serie de actividades que responden a los principios de todo un centro.

La jornada saludable contó con la colaboración de algunas entidades como Cruz Roja, que desarrolló un taller con técnicas de reanimación cardiopulmonar para alumnos de Secundaria. Por otro lado, el complejo de ocio Tortuga Azul les entregó fruta, pues los estudiantes prepararon brochetas saludables en otra de las actividades. “Quiero agradecer que el Ayuntamiento nos ceda el espacio, así como a los agentes de Policía Local presentes”, asegura Cruz sobre una iniciativa que tuvo la colaboración del gimnasio Aníbal, que “puso en forma” a los alumnos con sesiones aeróbicas, boxing y entrenamiento personal.

Sobre el sentido y la razón de ser de los talleres, el responsable afirma que abandonar las aulas para estar en contacto con la vida saludable y el deporte es esencial. “La educación debe ser vivencial. Tenemos hoy un aula preciosa, que es el Paseo de Linarejos, y hemos venido 300 personas para celebrar el día de San Valentín pero con una vuelta de tuerca”, concluye el presidente sobre un catálogo repleto de actividades que persiguen que los alumnos “interioricen y transmitan a los mayores los hábitos necesarios, basados en la alimentación y la práctica del deporte”.