Las civilizaciones batallan “a muerte” por controlar Cástulo

Las Fiestas Íbero-Romanas celebran su día grande y llegan a su fin

10 jun 2018 / 09:38 H.

Cuadrigas, caballos, batallas “a muerte” con espadas, fuego y mucho espectáculo y acción. Esto es lo que se vivió en el coso de Santa Margarita, en el que no cabía ni un alfiler. De este modo, fueron muchos los que no se perdieron el día grande de las Fiestas Íbero-Romanas de Cástulo, que registró un éxito de asistencia.

Las tropas íberas, cartaginesas y romanas protagonizaron la ofrenda a los dioses en el Castrum, desde donde emprendieron su camino en formación hasta la plaza de toros. Una vez allí, con las gradas hasta los topes, comenzó un espectáculo que se sirvió en bandeja de oro. Fuegos, acrobacias, carreras de cuadrigas y luchas encarnizadas por el control de Cástulo entre las civilizaciones íbera, romana y cartaginesa. Todo un cúmulo de sensaciones. Esto era lo que se respiraba en un albero lleno de personas, que disfrutaron y aplaudieron el espectáculo, que hizo las delicias de los presentes y que, en cada edición, se supera con creces. En este sentido, las legiones recorrieron las principales calles de la ciudad desde el Castrum —en la plaza del Ayuntamiento— hasta el coso de Santa Margarita, donde se celebró el Gran Circus Maximus. Así, las tropas tiñeron de historia todos los rincones de la ciudad y pintaron el pasado de Linares, que reside en el yacimiento de Cástulo, y que estos días cobra vida. Las Fiestas Íbero-Romanas van por su quinta edición y, con el paso de los años, ganan tanto en número de participantes como de asistentes, por lo que se convierten en toda una referencia turística para la Ciudad de las Minas.

LOS DIOSES. Los días de Mercurio, dios del Comercio, tal y como narra la mitología, llegan a su fin hoy. La jornada está llena de actividades, que se realizan en los espacios más emblemáticos de las fiestas. Por un lado, en el campamento conocido como Castrum, en plena Plaza del Ayuntamiento, se desarrollan un gran número de actividades que se dirigen, especialmente, a los niños. Así, los más pequeños disfrutan hoy de ludoteca infantil, talleres en los que se muestra cómo se monta una armadura, peleas de gladiadores, tiro con arco y un ajedrez gigante, gran sello del pasado deportivo de Linares. Por su parte, en el otro foco de estas civilizaciones, el Macellum, o mercado, situado en la zona de “El Lugarillo”, hay animaciones, que se extenderán durante la mañana y la tarde. Pasacalles, desfiles, danzas de fuego, venta de esclavos, y muchas cosas más, colman de alegría todas las calles del Macellum, en las que la diversión está más que presente.

Finalmente, con el apagado del fuego sagrado, a las 21:00 horas, los linarenses se despiden de las fiestas hasta el 2019, un año en el que, a buen seguro, este festejo superará los niveles de asistencia ciudadana.