Los juegos de Cástulo crecen y superan cualquier previsión

La Concejalía de Turismo cifra la participación en más de 35.000 personas

14 jun 2018 / 08:19 H.

Los datos hablan por sí solos. Más de 35.000 personas se congregaron en la ciudad para revivir el pasado íbero de Linares. Unas cifras que, tal y como informan desde la Concejalía de Turismo, superan todas las expectativas creadas en torno a las Fiestas Íbero-Romanas de Cástulo. La cita, que tiene como principal objetivo “ensalzar el valor patrimonial, histórico y, como no puede ser de otra forma, artístico, del enclave arqueológico linarense”, convierte a la ciudad en un “referente, a nivel provincial, en cuanto a recreación histórica”.

La quinta edición de las Fiestas Íbero-Romanas de Cástulo rompen el termómetro, pues superan todas las expectativas creadas en torno a ellas. “Linares revivió su pasado recreando de manera fiel y realista las costumbres, rituales, tradiciones y gastronomía de la época”, aseguró la responsable del área municipal de Turismo, Mabel Selfa. Con respecto a la edición del año pasado, las fiestas suponen un “aumento tanto en cantidad como en calidad en cuanto a aspectos que tienen que ver con el desarrollo y la organización” de la cita. Según datos de la Concejalía, fueron más de 35.000 personas las que, en el entorno de Cástulo, vivieron en primera persona las actividades que se organizaron para poner en valor las raíces de los linarenses. Así, se convirtió en la edición más participativa de todas. “La fiesta es cada vez más querida por todos los ciudadanos y los vecinos de otros municipios cercanos que nos visitan durante estos días”, dijo Selfa, que puso de relieve la gran cantidad de personas que, a lo largo de toda la semana, vivieron de primera mano el pasado en los dos principales focos de actividad. El “Macellum”, o mercado, y el “Castrum”, o campamento, fueron un hervidero durante todos los días que duró la celebración en la ciudad. “Las animaciones que se produjeron de manera continua durante toda la jornada llenaron las calles de alegría y música”, dijo la concejal, que subrayó, además, el esfuerzo realizado por acercar a la gente a estos puntos, algo que “fomentó la participación activa” en todas las actividades de la cita.

Dentro de la celebración, cabe destacar el “gran volumen” de gente que participó en el desfile del sábado, el día más grande de las Fiestas Íbero-Romanas. En este sentido, valoran la participación de festeros hermanados venidos desde Cartagena y Córdoba. Así, el área municipal destaca que cientos de linarenses esperaban, en la Plaza del Ayuntamiento, el inicio del pasacalles, un desfile compuesto por tropas y legiones que dibujaron el pasado por los rincones de la ciudad hasta llegar a la plaza de toros, donde el Gran Circus Maximus, acaparó todas las miradas. Se trata del momento más esperado de las fiestas y, en esta línea, no defraudó, pues fue, como cada año, una de las citas más seguidas por los linarenses y vecinos de la comarca, que, como siempre, se involucraron mucho.