Lucha para acabar con la visión sesgada de la comunidad gitana

La Fundación Secretariado Gitano presenta un informe en el que se recogen algunos casos de discriminación que sufren los gitanos. “El programa ‘Kali’ de la fundación, aparte de trabajar con las mujeres gitanas porque va enfocado a ese tema, también se encarga de la discriminación y sirve de puente entre víctimas y discriminadores”, asegura Sheila Carmona, técnica de Igualdad de la Fundación Secretariado Gitano, sobre un informe que se compone de “202 episodios reales entre los que se incluyen delitos de odio” contra miembros de la comunidad gitana en España.

Cada año, comenta la responsable, el texto recopilatorio versa sobre un tema diferente. “Esta vez trata sobre la Ley Integral de Igualdad de Trato”, afirma, con lo que se persigue que “la discriminación no quede en algo tan fácil”, ya que hay casos “de todo tipo”, tanto “directos como indirectos”, siendo los que se dan en “los medios de comunicación y redes sociales los que tienen más visibilidad”. “Hay que destacar que los comentarios en internet no tienen ninguna consecuencia, por lo que la gente tiene vía libre para emitir cualquier tipo de ofensa”, dice Carmona sobre unas actitudes que se busca que “queden reflejadas a través de la Ley que persigue el documento”. De hecho, hay un caso concreto de un blog que, en palabras de la técnica de Igualdad, “opera bajo el nombre ‘Muerte a los gitanos’ y está denunciado por la fundación”.

MUJER. La doble discriminación es un problema que enfrentan las mujeres gitanas diariamente, un hecho que, según Carmona, “es brutal, sobre todo en el acceso al empleo”. “Por un lado, el sistema patriarcal de su propia comunidad gitana la discrimina por el hecho de ser mujer, y fuera de su grupo, por ser gitana”, subraya la responsable sobre un conflicto en el que también “participa activamente el programa ‘Kali’ de la Fundación Secretariado Gitano”.

“Además, dentro de la propia comunidad gitana se asume como normal el hecho de ser discriminado”, afirma Sheila Carmona, que considera que el informe elaborado por la fundación “refleja pocos casos para los que realmente se producen”. De esta manera, explica que desde la organización se trabaja “la sensibilización para que los gitanos entiendan esa situación”, sepan cuándo son discriminados, “cómo deben actuar y de qué herramientas disponen”. “La mayoría piensa que la denuncia es la única opción, pero hay muchísimas otras posibilidades”, dice la técnica de Igualdad.

Otro de los principales retos de la fundación para atajar el problema de la “normalización discriminatoria” es trabajar la educación en los más pequeños, ya que, en palabras de Carmona, “desde niños reciben discriminación y se acostumbran a ello”. “No somos conscientes del daño que esto le hace a los niños”, afirma la responsable, que “incluso sufren actitudes discriminatorias por parte del mismo profesorado”, ya que su experiencia como maestra de Primaria le hace pensar que algunos docentes tienen una visión extremadamente “sesgada y prejuiciosa”.

En esta misma línea, la técnica de Igualdad asevera que la actitud estereotipada y discriminatoria se agrava “en la provincia de Jaén”, pues “en otras regiones de Andalucía hay mezcla y relación entre ambas comunidades, mientras que en Jaén existe una separación abismal”.